Posible once del Cádiz ante la Ponferradina

Cádiz/Se acabaron las cortas vacaciones de Navidad. El Cádiz CF comienza el año 2020 y la segunda vuelta con una complicada visita a la Ponferradina que pone a prueba su estado de forma tras el obligado parón. Rescatar su mejor versión es el objetivo inmediato para empezar con buen pie el casi interminable esprint que queda hasta el próximo mes de junio.

Si el primer clasificado es capaz de mantener un ritmo parecido al del primer tramo de curso, tendrá todas las papeletas para alcanzar el objetivo que anhelan todos los cadistas. El mejor regalo de Reyes sería una victoria.

La cita de sobremesa en territorio leonés está programada a partir de las cuatro de la tarde. El líder inicia el definitivo periodo de la temporada con la misión de defender su privilegiada condición. Para ello es preciso prolongar la regularidad exhibida hasta la fecha. No hay motivos para pensar en lo contrario.

Los 43 puntos que atesora, los siete de ventaja sobre el segundo y los ocho sobre el tercero (ese el margen en plaza de ascendo directo) otorgan a día de hoy al Cádiz CF el papel de serio candidato al ingreso en la élite que debe confirmar jornada a jornada. En la 22ª, afronta el choque ante un recién ascendido que hace de El Toralín un fortín. Y además con un frío que pela. Undécimo en la tabla, el oponente transita con 30 puntos, a sólo dos de la zona de play-off. Un adversario fuerte y crecido.

Con más de 40 puntos sumados en una excelente primera vuelta, la mejor de su historia, los gaditanos no necesitarían ganar tantos en la segunda para poder cumplir el sueño de regresar al máximo escalón del fútbol español. La exigencia de puntos quizás sea menor pero en cambio sí se espera un aumento de la resistencia de los contrincantes. Todo se vuelve más difícil.

El entrenador, Álvaro Cervera, sostiene que su equipo no es el rival batir en la segunda vuelta y no tiene reparos en trasladar el rol de favorito a las escuadras con mayor presupuesto y potencial: Girona, Huesca… Aunque la realidad sitúa al Cádiz CF en el grupo de máximo aspirantes. Así está considerado por los demás.

El técnico anda preocupado tras la pérdida de papeles de sus jugadores que derivó en una dolorosa derrota (2-4) frente al Numancia en el último duelo de 2019 (el primer varapalo en casa de la temporada) que aún permanece en el cercano recuerdo. La herida aún no está curada.

No hay mejor forma de despejar dudas que dar un golpe de efecto a domicilio. Con esa motivación se desplaza la expedición cadista. Pese al duro e inesperado tropezón en el estadio Carranza el pasado 21 de diciembre, el Cádiz CF sigue dependiendo de sí mismo para continuar en lo más alto.

Los amarillos, que el viernes se entrenaron en Ponferrada, comparecen en la capital del Bierzo con novedades en la alineación. Hasta dos caras nuevas como mínimo, tres quizás, en relación al anterior encuentro. Las ausencias de Salvi (sancionado) y Pacha Espino (fuera de la convocatoria por decisión de Cervera) abren la puerta de la titularidad a Luismi Quezada e Iván Alejo.

A ellos se una la más que posible presencia en el centro de la zaga de Juan Cala, preparado para la batalla después de casi dos meses y medio de ausencia a causa de una lesión que deja atrás. Lo demás en principio permanece inalterado, con Álex Fernández (el máximo goleador del equipo con ocho tantos) y Alberto Perea (el jugador más desequilibrante) como principales baluartes en ataque.

Tampoco están disponibles Marcos Mauro (en fase de recuperación de una dolencia muscular), Jean Pierre Rhyner y José Mari, estos dos últimos ya restablecidos de sus problemas físicos pero aún sin ritmo de competición. Jorge Pombo, la primera cara nueva que ofrece el mercado de invierno, verá el partido por televisión desde territorio gaditano.

Cerrar la portería es el reto prioritario del Cádiz CF después de los cuatro goles que recibió frente al cuadro soriano. Las opciones éxito pasa por la consistencia defensiva y la desactivación del adversario, elementos extraviados en el anterior compromiso que debe poner encima de la mesa de manera inexcusable si quiere tener la oportunidad de puntuar en Ponferrada.

Los amarillos tienen la ocasión de demostrar que aquel varapalo en casa fue un mero paréntesis en un mal día y además arrastrado por un pésimo arbitraje. No perder la cabeza es clave haga lo que haga el colegiado. El equilibrio mental es fundamental para todo en la vida, también en el deporte profesional. Corazón y cabeza a la vez para caminar en línea recta. Esa es la cuestión, y más ahora cuando cada partido se convierte en una final.

El entrenador de la Ponferradina, Jon Pérez Bolo, recupera a Larrea e Isi, dos jugadores importantes aunque en principio sólo entraría de inicio el segundo. El técnico dispone de casi toda su plantilla y tiene margen de elección.

El posible once del Cádiz CF estará formado por Cifuentes, Iza Carcelén, Fali, Cala, Quezada, Garrido, Edu Ramos, Iván Alejo, Alberto Perea, Álex Fernández y Lozano.

Por la Ponferradina podrían jugar Caro, Son, Trigueros, Russo, Ríos Reina, Isi, Sielva, Larrea, Pablo Valcarce, Kaxe, Yuri.

El partido será dirigido por el colegiado canario Juan Pulido Santana.