Real Sociedad y Almería, tras Pablo Molina

Pablo Molina Álvarez es otro ejemplo de lo que viene sucediendo en muchas canteras de clubes españoles. La del Cádiz no es una excepción, ya que el lateral izquierdo que esta campaña ha logrado el ascenso con el Cádiz juvenil se encuentra atado de pies y manos sin saber si realmente es un jugador de futuro para el primer equipo o si podrá acudir a otras opciones más allá del conjunto de su tierra natal.

La situación actual presenta a un futbolista, que hace dos meses cumplió 18 años, que despierta interés en la Real Sociedad y el Almería, pero que pertenece al Cádiz. Desde hace algún tiempo el club donostiarra ha insistido en la posibilidad de ver entrenar al jugador en un proceso de prueba junto a otras promesas, pero los responsables del Cádiz entonces y también los de ahora mantienen la negativa por respuesta. Resulta curioso cuando, por ejemplo, recientemente Diego González ha estado probando con el Liverpool y Pejiño lo acaba de hacer con la Sampdoria. Y también son futbolistas que pertenecen al fútbol base del Cádiz.

El interés de la Real Sociedad para ver en acción a Pablo Molina ha estado muy presente en la campaña que acaba de concluir, ya que en la pasada Semana Santa la entidad vasca solicitó la presencia del futbolista gaditano para que tomara parte en un torneo internacional en el que iba a coincidir con juveniles del cuadro blanquiazul y con otros jugadores que, como él, se iban a someter a una especie de test por parte de los técnicos de la cantera realista. Sin embargo, desde el Cádiz se optó por rechazar la petición por Molina.

El Almería es otro que está apretando por el zaguero nacido en Cádiz, ya que ha hecho llegar ese interés al entorno del jugador e incluso la solicitud de vídeos para acompañar a los informes que se han elaborado.

El deseo de Molina, como el de la mayoría de promesas cadistas, es crecer muy cerca del primer equipo si de verdad el proyecto del Cádiz da cabida a su cantera. Pero como la historia más reciente demuestra todo lo contrario, es lógico que el jugador busque otras metas y que el club al que pertenece se tuviera que plantear abrir una negociación. Y aquí es donde radica el problema que cada vez se extiende más por la cantera cadista, ya que el objetivo de los dirigentes es que todos esos jugadores pongan rumbo a Italia.

Antes de llegar al Cádiz, Molina pasó por el Loreto, el Ciudad de Cádiz y el Rota. Esta temporada ha entrenado tanto en el primer equipo como en el Cádiz B.