Reencuentro emotivo en amarillo y azul

En 1975 la selección gaditana alevín compitió a nivel nacional bajo la dirección técnica de Prudencio, el entrenador de aquel combinado. En ese grupo de jugadores que apenas alcanzaban los diez años de edad estaban muchos que empezaban a dar sus pasos en el fútbol base del Cádiz CF. Aquella inolvidable cita de hace 41 años ha sido el germen para que hace unos meses 'los pupilos de Prudencio' organizaran un reencuentro. Esa semilla ha dado paso a la Asociación Canteranos del Cádiz CF, una organización registrada en la Junta de Andalucía que agrupa a antiguos jugadores del fútbol base cadista con el fin de mantener vivo entre ellos la pasión por el amarillo y el azul.

Ramón Jiménez, Kiko Prieto y Juan Antonio Pérez Rubio son parte esencial para que este proyecto haya cuajado. Junto a otros compañeros, los tres sentaron las bases para que el cadismo que un día entró por sus venas a base de entrenamientos y partidos se mantenga en la actualidad, ya luciendo canas.

El reencuentro de la selección gaditana alevín con motivo del 40 aniversario del Campeonato de España al que acudieron de la mano de Prudencio, se convirtió hace unos meses en el mejor gancho para construir cadismo en aquellos canteranos que desde alevín y hasta senior jugaron en el Cádiz y que pueden formar parte de la nueva asociación. "Cuando nos reunimos los de la selección gaditana, jugamos un partido y celebramos una convivencia. Ahí se fraguó lo que tenemos ahora. Todos están muy ilusionados y es una manera de reivindicar al canterano cadista y gaditano que tanto se echa en falta ahora en el primer equipo", relata Pérez Rubio, uno de los padres de esta idea.

Esta organización no es cualquier cosa porque ex jugadores como Jose González, Cortijo, Barla, Quevedo, Raúl Procopio, Arteaga o Paquito Aragón han dado el paso al frente para arropar a los compañeros en tan entrañable iniciativa que persigue "disputar partidos allá dónde nos llamen y tener convivencias para mantener vivo el espíritu de esos canteranos del Cádiz que fuimos en su momento". "Todo ello sin ánimo de lucro; es más, colaboraremos en los eventos solidarios para los que nos llamen", dice Pérez Rubio, que recalca que "que deseamos que la gente recuerde que hubo una cantera con jugadores de la capital y de la provincia que en muchos casos llegaron al primer equipo cuando el Cádiz militaba en Primera División".

Llevan tres partidos disputados como asociación; uno entre ellos, otro contra los veteranos del San Fernando y un tercero contra las viejas glorias del Bazán. Cada vez que lo hacen se unen compañeros nuevos de los que no tienen referencia hace mucho tiempo. "Muchas veces nos encontramos algunos que llevamos treinta años o más sin vernos. En ocasiones se han derramado lágrimas por ese reencuentro o cuando nos enteramos de algún antiguo canterano ya fallecido", que también se ha dado el caso.

Desde la asociación agradecen que se hayan involucrado antiguos canteranos con peso que triunfaron como jugador y que ahora lo hacen como entrenador. "Están muy metidos y eso nos da más fuerza. Pero la amistad y el esfuerzo por vernos es lo que más nos une. Hay gente que viene a los partidos y no juegan, aunque lo hacen por vernos y estar juntos. Eso, para nosotros, tiene un valor incalculable".

La Asociación Canteranos del Cádiz cuenta con su escudo propio, similar en su forma al del Cádiz pero destaca en su interior la desaparecida torre de Preferencia. También en las camisetas que utilizan para sus partidos está muy presente el símbolo de la antigua grada. Y tiene como objetivo reclutar el mayor número de antiguos canteranos, "desde la edad más pequeña, alevines o benjamines, hasta senior; de cualquier época". De hecho hay casos como el de Rossi, que ha llegado a desplazarse desde Bilbao para estar con la asociación, o Benjamín, que viene desde Ibiza. También quieren hacer lo propio con ex entrenadores de la cantera, estando ya involucrados Manolo Ros y Pepe Losada (padre), entre otros.

Cada reunión, partido o convivencia trae consigo repetir los abrazos como hacían aquellos niños y adolescentes tras lograr un gol o un triunfo. Hoy son padres e incluso abuelos con más de medio siglo a su espalda, en muchos casos, que les brillan los ojos y se les seca la boca cuando recuerdan su época, su equipo, sus compañeros, el amarillo y el azul… y la desaparecida torre de Preferencia que les vio crecer bajo un sentimiento llamado Cádiz CF.