Regreso a la senda de la victoria (0-2)
Almería-Cádiz CF · la crónica
El equipo amarillo fue de menos a más y cambió de cara con el primer gol antes del descanso.
Salvi, autor de los goles.
El Cádiz cortó la dinámica negativa con una necesaria victoria (0-2) en el campo del Almería que devuelve la tranquilidad. El equipo amarillo fue de menos a más y cambió de cara con el primer gol antes del descanso. De un equipo titubeante en ataque pasó a la solidez con la que supo manejar el encuentro desde el primer tanto de Salvi, autor de un doblete en modo artillero.
La única modificación en la alineación fue la entrada del recuperado Jon Ander Garrido en lugar del lesionado Abdullah. No quiso tocar Cervera lo que había funcionado ante el Rayo Vallecano, con una nueva apuesta por el trivote y la doble función de Álex Fernández de ayudar a la media y romper en tres cuartos.
Pocas veces habrán sido tan prolongados los minutos de tanteo como los de ayer entre dos rivales en apuros con tanto miedo a perder que se afanaron en mantener el orden defensivo y se olvidaron de mirar a la portería contraria. Once minutos tardaron los amarillos en poner el balón en el área con un centro inofensivo a las manos del gaditano René. Conscientes de la falta de gol y de la necesidad de puntos, presionaron más arriba para interceptar el esférico más de la portería. Pero locales y visitantes no tardaron en demostrar su enconada enemistad con el gol.
Las ocasiones brillaban por su ausencia en uno y otro bando por doble motivo: el obsesivo empeño en la defensa y la falta de ideas en ataque. Sí inquietó Fidel con un centro que desbarató Servando y Álvaro García y Salvi comenzaron a hacer acto de presencia por los costados aunque sin peligro en sus servicios a los dominios de René. Mientras el Cádiz no pasaba de meras intenciones, el Almería crecía en el partido guiado por la habilidad de Fidel y el empuje de Rubén Alcaraz. Un servicio suyo lo cabeceó Caballero a las manos de Alberto Cifuentes en el 25 y dos minutos después la fortuna se alió con los foráneos cuando un testarazo de Rubén Alcaraz a la salida de un saque de esquina se estrelló en el larguero. Se libraron los gaditanos, que empezaron a pasarlo mal con las crecientes acometidas de los rojiblancos y además con Garrido y José Mari amonestados. Los amarillos no estaba nada cómodos hasta que en el minuto 38, cuando peor lo pasaban, aprovecharon su momento para adelantarse en el marcador en su primer disparo a puerta. Lucas Bijker irrumpió por la izquierda, llegó hasta la línea de fondo y, justo antes de que la pelota se perdiese por la línea de fondo, sirvió el pase de la muerte que Salvi agradeció con un remate a placer que puso con ventaja a los amarillos. El sanluqueño, más rápido que los, estrenaba su cuenta anotadora esta temporada con un oportuno zarpazo que rompía la racha del Cádiz de cuatro partidos consecutivos sin marcar fuera de casa.
Los almerienses habían acumulado más méritos pero el fútbol premio el acierto que sí tuvieron los de Cervera, que en la primera parte tiraron menos que su adversario pero se fueron al descanso con una mínima renta que pudo ser incluso mayor tras un derechazo frontal de Álex Fernández que Joaquín salvó casi en la raya de su portería poco después de que una volea de Pozo, en el área cadista, se escapara pegada a un poste.
El Cádiz salió en la reanudación dispuesto a rematar la faena y en el minuto 49 otra vez Salvi, en posición de delantero centro, culminó un contragolpe de manual con un remate tras un centro de Carrillo, que había suplido a Barral en el intermedio. 0-2 con todo el segundo tiempo por delante. Lo tenía todo a su favor el conjunto amarillo para regresar por fin a la senda de la victoria, aunque antes le quedaba una ardua tarea para desactivar la oleada ofensiva de un Almería que se volcó a la desesperada pero dejó espacios atrás, como les gusta a los de Cervera.
El guión hasta el final se ciñó a lo previsto. El Cádiz dejaba pasar el tiempo mientras tapaba huecos guarecido en su terreno a la espera de nueva contra con la que terminar de asegurar de una victoria que no podía dejar escapar.
El cuadro mediterráneo afrontó la recta final con el máximo riesgo, con una defensa de tres y silbado por su afición. El Cádiz lo tenía claro. No estaba por la labor de volver a perder una ventaja de dos tantos como aquel duelo contra la Cultural Leonesa. Demostró haber aprendido la lección y desplegó todo su oficio para conservar el resultado. Villanueva pudo ampliar la ventaja con un cabezazo que atrapó René y Cifuentes apenas tuvo que intervenir. Carrillo tuvo el tercero en sus botas pero en boca de gol no conectó con el cuero delante de la portería.
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