Santamaría, un 'cachorro'

La entidad logra la cesión del delantero del Athletic B, una gran promesa de la cantera bilbaína que fue el verdugo del 'play-off' de 2015 y por el que suspiraba media Segunda A.

Servando y Gorka Santamaría se sujetan en el Athletic B-Cádiz de la fase de ascenso de hace dos campañas./sporthuesca
Servando y Gorka Santamaría se sujetan en el Athletic B-Cádiz de la fase de ascenso de hace dos campañas./sporthuesca
F.j. Díaz

20 de julio 2016 - 05:02

Gorka Santamaría cambia el rojiblanco por el amarillo, el Cantábrico por el Atlántico y San Mamés por Carranza. El delantero bilbaíno, un gran deseo en el nuevo proyecto, recala finalmente en la plantilla de Álvaro Cervera en calidad de cedido. El jugador era pretendido por muchos equipos de la categoría de plata una vez que se supo que era objetivo del Athletic Club que siguiera jugando en esa división.

Santamaría acaba de cumplir 21 años, por lo que se puede decir que es un cachorro en fase de crecimiento que ha desarrollado casi toda su carrera en la cantera rojiblanca salvo una etapa en el CD Basconia. Desde muy joven en el fútbol base del Athletic, es una de las promesas del club de San Mamés en la que hay depositadas muchas esperanzas. Con 20 años recién cumplidos jugó en LaLiga2 con el filial, que el pasado curso no pudo evitar el descenso a Segunda B. Santamaría anotó en Segunda A siete goles en 34 partidos (2015-16), 18 en Segunda B (2014-15) y 20 tantos en el Basconia de Tercera en los dos años anteriores cerrando el círculo de su dilatada estancia en la factoría de Lezama.

Para el cadismo se trata de un jugador muy conocido por el destrozo en forma de goles que logró él solo en el play-off del año pasado, cuando firmó los dos tantos en el Athletic B-Cádiz (2-0), de la ida de la última eliminatoria de ascenso a Segunda A. Un marcador que a la postre resultó decisivo para que el Cádiz no pudiera remontar.

Este ariete estaba en la agenda de muchos equipos de la segunda categoría nacional que se fijaron en él una vez que conocieron que el club bilbaíno renovaba su contrato con intención de dejarlo a préstamo. Mallorca, Huesca y Mirandés, entre otros muchos, han sido equipos que han seguido de cerca al jugador, si bien desde el Athletic se contemplaba desde el principio una cesión a un club con peso en la categoría. Ahí ha gustado el nombre del Cádiz, que al final obtiene el premio de disponer de un futbolista con un futuro prometedor.

La llegada de Santamaría deja en una situación difícil a Ranko Despotovic, ya que es el atacante serbio el que no tiene sitio en la plantilla. Su caso es complejo porque a sus 33 años y con contrato en vigor tratará de agarrarse a lo que tiene ahora mismo seguro en el conjunto amarillo. Cabe recordar que el jugador balcánico llegó al Cádiz en el pasado mercado invernal después de unos meses de inactividad al estar sin equipo.

La cesión de Gorka Santamaría sitúan a éste y al jerezano Dani Güiza en una posición más que privilegiada como integrantes del equipo en el retorno a LaLiga2.

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