Silencio y aplausos de homenaje

No podía ser de otra forma. El recuerdo de Ramón Blanco estaba muy presente en El Palmar. Tanto que el minuto de silencio resultaba sobrecogedor, un silencio unánime durante 60 segundos en los que las 2.000 personas que acudieron al campo del Sanluqueño tuvieron pensaron el tan querido Ramón, que durante su etapa como futbolista jugó en los dos equipos.

El silencio era interrumpido por los aplausos espontáneos de algunos aficionados que enseguida encontraban el respaldo del resto de los presentes. Lo que empezaba sin ruido, terminaba con palmas de reconocimiento a la figura de un cadista de vocación, como recordaba una pancarta portada por seguidores amarillos. Ramón Blanco, eterno cadista DEP.

Pero la vida ha de continuar y el partido arrancaba después de la lluvia de papelillos brotada desde la grada principal. Lo curioso es que esos papelillos era pequeños billetes de 500 euros.

La mayoría de los 300 hinchas amarillos estaba ubicada en uno de los fondos, mientras que la parroquia local, en su mayor parte, estaba en la tribuna expectante con un duelo provincial de Liga que hace 43 años que no se vivía en Sanlúcar. Otro dato curioso: en 1970 también acabó con 0-3.

Al final, momentos de tensión en la grada principal que obligaba a intervenir a la Policía Nacional, aunque la cosa no pasaba a mayores.

Antes del partido, los jugadores del ambos equipos hacían el pasillo a los integrantes del Sanluqueño juvenil, recién ascendido a la Liga Nacional de la categoría.