Tras el Tourmalet, Alpe d’Huez

Cádiz/Los grandes puertos del Tour de Francia suelen utilizarse en el argot del deporte como sinónimo de retos de extrema dureza, por lo que bien podría decirse que el Cádiz, que atravesó un auténtico Tourmalet en el broche de la primera vuelta de la competición liguera de Segunda División, afronta en su horizonte más inmediato un no menos complicado Alpe d’Huez.

En efecto, el equipo amarillo puso broche a la primera mitad del campeonato con un póquer de enfrentamientos que pusieron a prueba su fortaleza y, en cierto modo, sus opciones reales de luchar por un puesto en el play-off de ascenso a Primera. La visita al Málaga, la llegada del Deportivo a la capital gaditana, la salida a Pamplona y el paso del Granada por el Ramón de Carranza se convirtieron en exámenes de máxima exigencia que, en su cómputo global, no dieron para más nota que un aprobado por los pelos.

De 12 puntos, los pupilos de Álvaro Cervera sólo fueron capaces de amarrar cuatro, aunque entrando a analizar lo sucedido en las citadas confrontaciones sólo frente a Osasuna se mostró una clara inferioridad que dio lugar a una más que merecida derrota (2-1). En cambio, en La Rosaleda se encajó un injusto 1-0 después de que el árbitro escamoteara un claro penalti, al Dépor se le goleó (3-0) en un duelo de lucha y efectividad y con los granadinos se obtuvo un valioso 0-0 tras una demostración de solidez defensiva y seriedad como bloque compacto.

El oasis que supuso el desplazamiento a Almería, saldado con otro 0-0, da pasoahora a tres compromisos no menos peliagudos, tres choques que volverán a cruzar a los gaditanos con rivales directos de la zona alta, adversarios de la talla de Mallorca, Oviedo y Alcorcón, los dos últimos para colmo a domicilio.

El cuadro balear, que en estos momentos marcha octavo, un puesto por detrás del Cádiz, con un punto menos, hace tiempo que dejó de ser considerado una revelación por su condición de recién ascendido para erigirse en un candidato al menos a estar en la pelea. Por su parte, el Oviedo se ha encaramado a la novena plaza, también con un punto menos que los amarillos, y gracias a sus tres últimas victorias consecutivas parece dispuesto a presentar definitivamente sus credenciales para codearse con los mejores. Finalmente, el Alcorcón continúa en la zona noble, sexto con un punto más que los cadistas, a pesar de que lleva siete jornadas sin vencer y de los últimos 21 puntos sólo ha podido amarrar dos.

Tres rivales directos ante los que el conjunto de Álvaro Cervera sólo consiguió sumar un punto en la primera vuelta, después de caer en Son Moix en el último suspiro (1-0), igualar con el Oviedo (1-1) en la Tacita de Plata y sufrir con el Alcorcón la única derrota en lo que va de campaña como local (0-2).

Un auténtico Alpe d’Huez que sucede al Tourmalet de la recta final de la primera vuelta y que antecede a un posterior pack de ocho encuentros en los que el Albacete se presenta como único contrincante de los que a día de hoy aparece en la pugna de los de arriba, si bien otros como Tenerife o Zaragoza, aunque sea más por nombre que por su realidad actual, no invitan precisamente a la relajación.

Lo que aguarda al Cádiz entre la 23ª y la 25ª jornada, no obstante, coincide con la dificultad que entrañarán estas mismas jornadas para otros candidatos a todo. Así, el próximo fin de semana el Sporting y el Deportivo se ven las caras en El Molinón, mientras que en el siguiente medirán sus fuerzas Osasuna y Granada en El Sadar y Mallorca y Alcorcón en Palma. Por último, la visita cadista a los alfareros tendrá lugar al tiempo que el Sporting recibirá a Osasuna, el Albacete al Mallorca, el Granada al Deportivo y el Málaga a Las Palmas. Un fin de semana, por lo tanto, repleto de cruces entre grandes favoritos.