El VAR, una polémica bien servida
Cádiz - Ponferradina
El videoarbitraje da el 0-1 en su estreno en Carranza y el nuevo reglamento propicia una rigurosa roja al visitante Ríos Reina
Cádiz/El estreno oficial del VAR en el Ramón de Carranza no pudo resultar más intenso para los que aguardaban la ocasión deseosos de comprobar in situ cuánto puede aportar o no la incorporación de la tecnología al fútbol. Tras el ensayo del Trofeo, la apertura de la competición liguera se presentaba como el verdadero examen al videoarbitraje, una ayuda a la labor de los colegiados no exenta de polémica y que este curso se convierte en novedosa en la Segunda División después hacerlo la pasada campaña en Primera.
La historia recordará que el Cádiz-Ponferradina de la primera jornada posibilitó que el VAR acaparara protagonismo en una acción determinante aunque por fortuna para los intereses del equipo amarillo no para la suerte final del partido.
Corría el minuto 44 cuando un córner botado por el conjunto leonés fue rematado de cabeza por Trigueros, abajo, picado, a la derecha de Alberto Cifuentes. El guardameta albaceteño se estiró para llegar a tocar el balón y aparentemente despejarlo, si bien de inmediato surgió la duda de si el esférico había traspasado en su totalidad la línea de gol. Dudas en la grada y sobre el césped.
Apenas un minuto de consulta bastó para que, sin necesidad de acudir a visualizar la acción en la pantalla, el madrileño Moreno Aragón señalara el círculo central. 0-1 y jarro de agua helada para los locales. El videoarbitraje había dictaminado la nueva justicia que cambia para siempre el balompié tal cual se conocía y ni siquiera se escucharon protestas. Mejor así.
Más controversia genera, por el contrario, la interpretación y aplicación del reglamento, los cambios de algunas normas que también influyeron lo suyo en el duelo de este domingo en la Tacita de Plata.
De hecho, el cuadro castellano-leonés se quedó en inferioridad numérica en el minuto 17 por una falta cometida por Ríos Reina sobre Salvi. La nueva forma de sancionar las entradas por detrás determinó que el visitante viera la roja directa, para asombro incluso de la hinchada cadista. El trencilla lo tuvo claro, pero lo cierto es que tardará tiempo en que se normalice una decisión tan rigurosa por una acción de ese tipo.
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