El árbitro ante el Valladolid: ¿provocación o falta de respeto de la RFEF al Cádiz CF?
El conjunto amarillo afronta el importante duelo en Zorrilla con el peor colegiado posible
Cádiz/Hay veinte árbitros en Primera División y en el partido más importante que tiene que afrontar el Cádiz CF en los tiempos más recientes le toca el peor posible, el que montó un lío que aún perdura en la memoria.
El Comité Técnico de Árbitros (CTA), perteneciente a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), prende la llama de la polémica. La pregunta es a qué viene ahora la designación de Javier Alberola Rojas para el encuentro frente al Real Valladolid con todo lo que hay en juego en el periodo decisivo de la temporada.
El Cádiz CF se juega mucho en el estadio Zorrilla: la tranquilidad absoluta o complicarse la vida en su trayecto hacia la permanencia.
Y para ese duelo de alta importancia, el conjunto amarillo recibe el primer revés antes de que el balón empiece a rodar. ¿No había otro árbitro? ¿Una falta más de respeto a la entidad cadista? ¿Una provocación más a un modesto recién ascendido?
El Cádiz CF tendría ahora mismo la salvación en el bolsillo de no haber sufrido la caprichosa decisión de Alberola Rojas en el choque contra el Granada de la primera vuelta.
Han transcurrido seis meses y medio de aquel partido y de aquel escandaloso penalti que Foulquier cometió sobre Alberto Perea que después originó una persecución desde la Federación contra el entrenador, Álvaro Cervera, tras quejarse por la no señalización de la pena máxima.
Al final fue el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) el que libró al técnico de la desproporcionada sanción que impuso el Comité de Competición y ratificó Apelación.
La presencia de Alberola Rojas despierta inquietud después de arrebatar al Cádiz CF la posibilidad de sumar dos puntos más en aquel envite ante el Granada que acabó con empate a uno. No fue un fallo cualquiera porque prescindió del vídeo arbitraje, la moderna herramienta que en teoría ayuda a impartir justicia.
Con esos dos puntos, los amarillos ya estarían casi salvados (tendrían 38 en lugar de 36). Y ahora, cuando pretende dar el paso definitivo, se topa con el trencilla que no vio el clarísimo derribo de Foulquier sobre Alberto Perea dentro del área en primera instancia y tampoco quiso ir al monitor a revisar la jugada. El árbitro y el VAR quedaron en evidencia en esa acción. Un penalti como la copa de un pino quedó sin ser pitado por no se sabe qué razón, con lo fácil que hubiese sido acudir al monitor.
Las miradas en Zorrilla estarán puestas en Alberola Rojas, con el temor a que se la vuelva a liar al Cádiz CF. Con que no le perjudique es suficiente.
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