Pedro M. Espinosa
¿Dónde están los tíos?
Cádiz-Alavés
Cádiz/Todo cambió en el partido entre el Cádiz y el Alavés gracias a la expulsión de Tachi por doble amarilla. Fue un incisivo Choco Lozano el que volvió a poner en ventaja a los amarillos en el minuto 55 cuando remató en el primer palo un centro del Pacha Espino desde la banda izquierda. Un tanto que culminó una magnífica actuación del delantero catracho, que, además, provocó una expulsión y puso una asistencia en el tercer tanto amarillo.
El Cádiz CF se reconcilió con la victoria en el momento más oportuno, frente a un rival directo como el Deportivo Alavés al que doblegó con suficiencia. Después de cinco jornadas seguidas sin ganar, rompió la mala racha y sumó su primer triunfo del 2021.
Un partido está lleno de momentos y el Cádiz CF, tras desperdiciar el primero, sacó la máxima rentabilidad al segundo cuando los vitorianos se quedaron con un hombre menos en la reanudación. Fue entonces cuando no perdonaron los locales liderados por un colosal Choco Lozano, autor de un gol, asistente de otro y partícipe en el que abrió el marcador.
Los de Álvaro Cervera sacaron adelante un partido importante. Ganaron con merecimiento y suman 23 puntos a falta de una cita para el cierre de la primera vuelta. Más de media salvación encarrilada y la autoestima por las nubes.
No hubo sorpresas en el once con la primera unidad sobre el tapete tras la cita de la Copa del Rey. Sólo una variación respecto a Mestalla, con Alberto Perea en lugar de Jairo, con el clásico 4-4-2.
Los locales arrancaron con una desconocida vocación atacante que provocó una de aproximaciones peligrosas de Álvaro Negredo, una en fuera de juego y la siguiente, en posición legal, con un cabezazo (minuto 6) desde el corazón del área que obligó a Pacheco a intervenir para repeler el cuero y evitar el primer gol de la tarde.
Con lo que le suele costar a los gaditanos llegar al arco contrario, las señales eran prometedoras. Pocas veces se les ha visto llevar la iniciativa y pocas veces ha pisado tanto el área en un corto espacio de tiempo.
Justo cuando se cumplió el cuarto de hora encontró premio a su arranque pleno de energía. Perea desbordó a Martín, se internó en el área hasta la línea de fondo, centró hacia hacia atrás, Lozano peleó por el remate con Pacheco y Lejeune, que tocó el esférico hacia su portería y Álex Fernández, ubicado junto a la raya de gol, sólo tuvo que empujar a placer para poner el 1-0.
Al proceder el balón del defensa, no había fuera de juego de Álex pese a que estaba más adelantado que el resto. El VAR tardó tres minutos en dar validez al tanto pero la alegría de los locales duró poco, muy poco, menos de lo que tardó en pronunciarse el vídeo arbitraje.
No le dio tiempo al Cádiz a saborear el prime gol del año en casa. En el minuto 21, balón colgado al área en una falta a favor de los visitantes y claro agarrón de Fali a Tachi. Una falta innecesaria del defensa. El árbitro no advirtió nada pero fue avisado desde el VAR, revisó la jugada en el monitor y señaló el correspondiente penalti. Sánchez Martínez hizo lo que se saltó Alberola Rojas en el choque contra el Granada de la quinta jornada.
Joselu no perdonó desde los once metros y puso el empate a uno con un mundo por delante. Un partido que se preveía dominado por la pauta defensiva deparó dos tantos en un arranque entretenido, aunque oscurecido por el regalo de Fali.
El tanto de la igualada se tradujo además en el equilibrio en el juego. Los vitorianos se animaron y los locales, más protegidos atrás, se encomendaron a las apariciones de Perea y un Lozano muy activo, aunque el que avisó fue Espino con un zapatazo desde la frontal que Pacheco desvió a córner (en el 24).
Los dos equipos derrocharon tanto esfuerzo como desacierto. El balón de un lado a otro con eficacia de las defensas y poco más. El Cádiz no aprovechó sus mejores momentos y el empate reinó al descanso.
La vida dio una nueva oportunidad de un conjunto amarillo que se vio en superioridad numérica durante 40 minutos cuando en el 50 fue expulsado Tachi, amonestado por segunda vez tras una entrada sobre Lozano cuando el hondureño se marchaba solo hacia la portería.
Los anfitriones, con uno más sobre el césped, estaban abocados a empujar en ataque y la respuesta no pudo ser más acertada. En el 55, internada de Pacha Espino por la izquierda tras servicio de Perea, centro al interior del área y remate impecable de Lozano, que estaba en todas. El ariete cazó el balón a bote pronto para ponerlo dentro de la portería tras tocar en el poste.
2-1 y todo a favor para un Cádiz que jugó a lo que sabe, replegado en su parcela para salir a la contra. De nuevo apareció Lozano en el 60 para rematar fuera un servicio de Perea.
Necesitaba un tercer gol el conjunto de Cervera para evitar una sobredosis de sufrimiento porque el Alavés demostró que no estaba muerto. De hecho, Ledesma evitó el empate con la punta de los dedos en el 64 tras tocar a lo justo para que la pelota se estrellara contra el poste tras un zurdazo de Rioja, que había irrumpido solo por el centro.
Y llegó el tercero, el de la supuesta tranquilidad. Sólo tres minutos después del posible empate, Negredo culminó una contra de manual que comenzó Fali con un pase al hueco a Lozano, el 9 entró en el área con el balón controlado y conectó con el madrileño que sin parar remató a la perfección con a bota izquierda para alojar el cuero en la portería junto un palo. 3-1.
El decorado era de lujo, inesperado. Dos goles de renta y en casa. La primera que ves que sucedía desde el comienzo de temporada. Con el triunfo en el bolsillo, la única incógnita por despejar era el tanteador, Negredo mandó al poste (en el 87) y Perea envió fuera con todo a su favor.
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