Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
Extremadura- Cádiz CF
El Cádiz CF sigue en caída libre hasta el extremo de dar con sus huesos en la zona descenso después de perder en Extremadura un partido que llegó a tener ganado cuando dominaba 0-1 y desperdició alguna ocasión clarísima para sentenciar. Hizo toda una demostración de cómo tirar por la borda todo el trabajo en dos minutos desastrosos, del 56 al 58, que propiciaron la remontada (2-1) del colista, que no había vencido en su estadio hasta que llegó un Cádiz CF que una vez más se desinfló cuando se vio metido en problemas. Se quedó sin respuesta en la adversidad. No supo aprovechar su momento y el que lo hizo se quedó con los tres puntos.
Ocho. Nada menos que ocho jornadas consecutivas sin ganar arrastra el Cádiz CF. Tres derrotas en los últimos cuatro partidos y la posibilidad de acabar el fin de semana como colista. El panorama es de todo menos bonito el de un equipo que se descompone con muy poco. Y eso que todo iba sobre ruedas, con un partido controlado hasta que recibió dos goles en sendas acciones aisladas. Hasta entonces no había tirado a puerta el Extremadura.
El miedo a perder fue la nota común de dos contrincantes condicionados por las necesidad de ganar. Álvaro Cervera tomó precauciones y alineó un trivote con la novedad de Jon Ander Garrido, debutante esta temporada en un duelo importante que no tuvo dueño en los compases iniciales.
El balón fue de un lado a otro desde el principio. Quemaba en las botas de dos equipos imprecisos aunque los amarillos empujaron en busca del área contraria. Los medios visitantes se apoderaron de los mandos y el equipo lo intentó por las bandas sin la profundidad necesaria para hacer generar verdadero peligro.
A falta de llegadas claras, al menos se mostró seguro en las labores defensivas un Cádiz CF que destiló mayor sensación de solidez. Se notó la presencia de Garrido sobre el césped. El empeño defensivo de los dos conjuntos anuló las tentativas en ataque en una batalla centrada en la destrucción. El camino para ganar empezaba por no ir por debajo en el marcador.
En pocos partidos de fútbol se tira tan poco a puerta como en el choque de la novena jornada entre dos rivales con urgencias compartidas. El primero en intentarlo fue Enric Gallego con una volea que ni siquiera vio puerta camino de la media hora. Tan cómodo llegó a sentirse el Cádiz CF que se vio sorprendido por el paso al frente de los anfitriones. Matos evitó el mano a mano de Chuli con Alberto Cifuentes en un aviso a los amarillos de que debían espabilar si no querían verse abocados al sufrimiento.
Dicho y hecho. El primer balón dirigido a la portería se tradujo en gol. Ni en los mejores sueños. En el minuto 28, Álex Fernández centró al interior del área en un saque lejano de falta y Kecojevic acertó con un certero cabezazo que convirtió en una preciosa vaselina que se coló en la portería con la colaboración de Álvaro Fernández.
La estrategia funcionó con una precisión milimétrica y el Cádiz CF por fin se vio por delante en un partido a domicilio por vez primera esta temporada. Nada como un gol para reactivar a un equipo que se vino arriba aunque no aprovechó el bajón de los extremeños para sentenciar el encuentro. Manu Vallejo tardará en olvidar la ocasión más clara de su vida, cuando en el 33 falló un remate a puerta vacía que hubiese supuesto el 0-2.
La situación cambió con un tanto que ejerció de despertador. El Cádiz CF halló espacios a la contra y un derechazo de Agra lo desvió el arquero poco antes del intermedio. Los de casa tuvieron tiempo de meter algún balón en el área sin consecuencias y el 0-1 imperó en el pitido que señaló el camino a los vestuarios. El Cádiz CF se fue al descanso con un preciado botín que debía administrar en los segundos 45 minutos.
Los amarillos no bajaron la guardia en la reanudación. Todo lo contrario. Buscaron con ahínco el gol de la sentencia que de nuevo tuvo Manu Vallejo en el 49. El chiclanero sorteó con habilidad a su par y su disparo ya cerca de la portería y algo escorado se perdió arriba muy cerca del larguero.
El reloj corrió a favor de un Cádiz CF que con el paso de los minutos aumentó la protección en su terreno para conservar un tesoro que había echado de menos en los últimos dos meses. Pero cuando todo iba sobre ruedas, cuando mejor estaba el equipo, todo saltó por los aires. Así. Sin más. Todo el trabajo a la basura en dos minutos infaustos. De una ocasión de los amarillos que pudo haber significado el 0-2 se pasó al 2-1 en un parpadeo. Los azulgranas no llegaban a puerta pero sus primeros tiros acabaron en gol.
En el 56, un centro desde el costado derecho del ataque local lo remató de cabeza Enric Gallego al fondo de la portería ante una defensa que asistió como espectadora a la acción. El 1-1 duró poco, muy poco. Dos minutos después, Gino Zarfino firmó el 2-1 al recoger el rechace de Cifuentes tras lanzamiento de una falta.
El Cádiz CF pasó del día a la noche casi sin darse cuenta, con un par de despistes determinantes. Inició entonces una carrera desenfrenada en busca del mal menor del empate. Cervera se jugó las cartas de Jairo y Aketxe y más tarde Carrillo y el Cádiz CF acabó con dos defensas, con Garrido de ayudante de Kecojevic y Edu Ramos.
Los amarillos se enredaron en un quiero y no puedo, presos de la precipitación. Los cambios no dieron los frutos deseados y sólo en la prolongación dispusieron de alguna opción tras un saque de esquina, con los nervios desatados en los dos bandos. El Cádiz CF no lanzó a puerta desde el 2-1 y regresó de vacío.
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