La afición del Cádiz CF estalla: "¡Corrupción en la Federación!"
El empuje de la hinchada, clave en la buena segunda parte del equipo
Cádiz/La duda que quedará para siempre es qué hubiese sucedido de no haber tirado a la basura el Cádiz CF la primera parte contra del encuentro contra el Athletic de Bilbao.
Se marchó 0-3 al descanso y no es exagerado decir que en la segunda mitad puedo haber remontado y haberse quedado con los tres puntos. Le sobraron ocasiones y le faltó acierto y fortuna.
Si el Cádiz CF estuvo cerca de obrar el milagro en los segundos 45 minutos fue, entre otras razones, por el empuje de una afición que pasó del desencanto en el intermedio a creer en la remontada cuando Lucas Pérez marcó el 1-3 en el minuto 55.
Ese tanto devolvió la vida a un equipo que no paró en su asedio al área rojiblanca siempre apoyado por su fiel hinchada. Hubo ambientazo en el estadio Nuevo Mirandilla (antes Carranza) en una cita a la que no faltaron centenares de seguidores del Athletic.
La tarde noche arrancó con la guasa de Juan Ardentía con su particular inglés a la hora de dar la alineación del conjunto gaditano. El 'speaker' arrancó las risas del personal con su sentido del humor. "In the Caleta live the cangrejo, con el 14, Iván Alejo", así un golpe tras otro en la presentación de los jugadores, que saltaron a césped mientras la afición cantó el archiconocido 'Submarino amarillo'.
El divertido aperitivo se transformó en decepción de la parroquia cadista cuando, con el balón en ya en movimiento, empezaron a llegar los goles del cuadro vasco. Uno, dos, tres...
Todo cambió en la reanudación, con el estadio convertido en una olla a presión. La afición llevó al equipo en volandas y el empate, incluso la victoria, se escapó por muy poco. Quizás si el partido hubiese durado un poco más...
Cuando el cuarto árbitro anunció que sólo se añadían cinco minutos (con todo el tiempo que se había perdido), la afición estalló de manera unánime. "¡Corrupción en la Federación!", resonó con fuerza el grito de hartazgo de una hinchada que acumula una colección de despropósitos arbitrales en contra a lo largo de la temporada. Quién sabe si ese grito tuvo que ver también con lo sucedido en los últimos días con el caso Rubiales-Piqué.
El consuelo que se llevó la gente fue que el Cádiz CF terminó con buenas sensaciones que sirven de ayuda para el siguiente envite. Sonó también con energía el famoso "¡sí se puede!". El Cádiz CF perdió, pero el personal despidió a los suyos con una extendida ovación.
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