La afición del Cádiz CF aplaude la mejoría del equipo

Nada que ver en absoluto el anterior partido en casa del Cádiz CF con el que supuso el estreno en el banquillo de Mauricio Pellegrino. Cambió el entrenador y se transformó el ambiente a la espera de que los puntos, necesarios como el oxígeno, terminen de llegar de tres en tres. Es la única manera de alcanzar el objetivo de la permanencia en la máxima categoría del fútbol español.

El día del 1-4 ante el Valencia, el Cádiz CF tocó fondo y todo se torció hasta unos límites insoportables. Aquel día hace justo dos semanas, el personal puso el dedo pulgar hacia abajo y señaló directamente a los jugadores, al entonces entrenador Sergio González, y al presidente, Manuel Vizcaíno. Gritos de enfado contra todos viendo que el conjunto amarillo camina directo hacia Segunda División.

Dos semanas después, el domingo 28 de enero, el 'nuevo' equipo amarillo compareció en el Nuevo Mirandilla con el crédito que otorga el debut de un nuevo inquilino en el banquillo aunque la urgencia por la reconciliación con el triunfo sigue siendo la misma.

La parroquia cadista vio una versión reseteada de un equipo que ofreció una imagen bastante mejorada pese a que no obtuvo la victoria que tanto necesita sin más demora. El respetable apreció la mejoría y los gritos de desaprobación de hace 14 días giraron hacia cánticos de aliento.

La afición desempeñó un importante papel desde la grada, sobre todo en la segunda mitad, cuando más le costaba a su equipo salir de su parcela mientras más apretaban los visitantes en busca del gol. La gente cree en la salvación y lo demostró. El equipo, aunque no ganó, le hizo creer un poco más. Todo pasa por ganar varias veces en los próximos 16 capítulos.

La hinchada lo dio todo en una tarde festiva de fútbol con un ambiente excepcional y la deportividad reinante entre las dos aficiones. Fueron numerosos los seguidores del Athletic presentes en el antiguo Carranza que, tras el pitido final, cantaron "¡el Cádiz es de Primera!" correspondido con los aplausos de los devotos cadistas.