La agradable contradicción del Cádiz CF
El conjunto amarillo se aferra al liderato pese a que sólo ha ganado uno de sus últimos seis partidos
Cádiz/El recorrido del Cádiz CF en las últimas fechas es digno de un tratado empírico que demuestra que todo resultado está acompañado de sensaciones. No sólo importa el qué. El cómo es casi tan relevante por el impacto anímico que causa.
El empate en casa (3-3) contra el Mirandés fue asimilado como una derrota por el universo cadista tras aquellos dos goles de los burgaleses en el tiempo de propina. La angustiosa victoria (1-0) ante el Racing de Santander (tanto en la prolongación), pese a la jugosa recompensa de los tres puntos, dejó un regusto amargo por las dudas que ofreció el equipo ante un colista que jugó casi todo el partido en inferioridad numérica.
Y la equis frente al Real Zaragoza derivó en una bendición después de ir toda la segunda mitad a remolque. Entre el triunfo y la derrota, el término medio está en un empate que al Cádiz CF no le va mal del todo para mantener la diferencia sobre los maños y sus perseguidores más próximos.
El punto ante uno de los principales favoritos al ascenso a Primera División es positivo porque evita un mayor acercamiento y por la recuperación de la buena imagen del equipo entrenado por Álvaro Cervera. El Cádiz CF recobró la firmeza y se pareció al de su mejor etapa de la temporada, allá en la primera vuelta en el extinto 2019. Los compromisos venideros, empezando por Las Palmas, serán exámenes que permitirán comprobar si la mejoría es un hecho hasta el extremo de traducirse en zancadas de tres puntos.
El siguiente paso es conjugar las buenas sensaciones con los resultados, siempre necesarios para poder avanzar. Se trata de ganar. Sin victorias las opciones de ascender se irán diluyendo en pocas semanas. Los amarillos disfrutan del liderato gracias a las amplias rentas que adquirieron en la primera parte del campeonato, pero el margen de error se vuelve angosto.
El Cádiz CF se rearma con su fútbol reconocible mientras busca su reencuentro con la regularidad. Cervera, realista como pocos, aplaudió el trabajo de los suyos en el duelo ante el cuadro maño peor no escondió el estancamiento: "seguimos atascados", soltó minutos después del sufrido empate.
No le falta razón al técnico. Los números no engañan. Los gaditanos sólo han ganado uno de los últimos seis partidos, el mencionado ante la escuadra montañesa. El resto, tres igualadas (Ponferradina, Mirandés y Zaragoza) y un par de derrotas (Numancia y Deportivo de La Coruña). El efecto es una ralentización: sólo seis puntos a la buchaca de 18.
Las cifras son reveladoras. El líder ganó 10 partidos en las 13 jornadas iniciales del torneo y en las 13 posteriores (hasta llegar a la actual 26ª) sólo celebró cuatro victorias. La tendencia es decreciente, aunque siempre hay tiempo para la reacción mientras continúa su apego al primer puesto.
El Cádiz CF habita en dos mundos paralelos: el de la ausencia de triunfos y el de un liderato que parece milagroso dada la sequía en la que se ve atrapado. Pura contradicción. Pero ojo, mucho más no puede durar esa situación paradójica que consiste en ocupar el trono sin sumar de tres en tres.
Para prolongar el reinado hay que vencer y el primer paso es la reconciliación con la solidez de la que dio muestras un equipo que vuelve a ser el menos goleado de la Liga. Presenta una cuenta de 24 tantos en contra, uno menos que el Huesca y el Zaragoza (25).
Las posibilidades de éxito de los amarillos dependen de sus prestaciones defensivas. Enarbolar la bandera de equipo menos goleado es un hecho que alimenta la esperanza. Y si además figuran entre los más anotadores, sólo queda reflejarlo en los marcadores. El Almería es el único que ve puerta más que el Cádiz con una distancia considerable. El conjunto mediterráneo acumula 44 dianas frente a las 36 del Cádiz, el segundo que más acierta junto con el Zaragoza.
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