Un amarillo muy apagado

Los datos hablan por sí solos y reflejan que el Cádiz no ha querido, o no ha podido, ser ambicioso en el mercado de invierno. La apuesta amarilla, a priori parece insuficiente, se ha limitado a firmar a un jugador que estaba en el paro después de abandonar hace siete meses su último equipo, el Pontevedra, y a traer a una promesa que tendrá ficha con el filial y que, salvo sorpresa, no está llamada a llevar la batuta del equipo en su objetivo por regresar a Segunda A.

Los otros aspirantes a jugar la fase de ascenso tomando como referencia lo que refleja la clasificación actual y que no van sobre ruedas como son los casos del Murcia y el Sevilla Atlético, han mostrado mayor ambición, sobre todo el Ceuta y el Melilla, conjuntos que cuentan hasta con cuatro caras nuevas. No cabe duda que un mayor número de refuerzos no garantiza nada, aunque para equipos como los de las ciudades autónomas, que hasta el momento han sembrado dudas sobre su presencia entre los cuatro primeros, era obligado apostar fuerte para reconducir sus trayectorias.

Hay dos conjuntos, Murcia y Roquetas, que no han movido fichas en cuanto a llegadas y salidas, si bien esos casos tienen dos lecturas muy diferentes. Los murcianos están liderando el grupo IV y han demostrado con resultados, que no con juego, que algo raro tendría que pasar para que al llegar a la 38ª jornada no continuaran en la misma posición. En cuanto al Roquetas, se trata de un modesto que está viviendo en una nube porque su objetivo es la permanencia. De ahí a que haya entendido que debe seguir soñando y compitiendo con los mismos mimbres con los que empezó en agosto pasado.

Curioso resulta el caso del Sevilla Atlético, el único conjunto que por el momento amenaza de verdad el liderato del Murcia. La escuadra que entrena Ramón Tejada ha prescindido de Luna (un gol), que se ha marchado cedido al Almería. Pero el filial blanco se ha quedado con Rodri (11 goles), Luis Alberto (7) y Jairo Caballero (9), que son los futbolistas que a partir de ahora deben conducir al equipo a su objetivo. Para el Sevilla Atlético no será un problema tener efectivos pues estamos hablando de una cantera que parece inagotable.

El San Roque de Lepe comenzó la temporada con una plantilla corta y apelando al rendimiento de los jugadores de su filial, que compite en Primera Andaluza. Es por ello que no ha tenido que dar bajas para firmar al delantero Fernando (Jaén) y al lateral derecho Dani Salas (Éibar).

El Melilla sí ha puesto la directa tratando de buscar en el mercado nacional y el extranjero argumentos de peso que le ayuden a terminar en fase de ascenso. Ha fichado a Llamas, que procede del Granada; Azrach Mahamat, del Espanyol B; Hans Dibi, del Standar de Lieja; y Kabamba, también del Standar de Lieja. Hans Dibi es un francés que juega en el centro del campo, mientras que Kabamba es un delantero africano que posee pasaporte belga. Llamas es lateral derecho y Azrack, centrocampista.

Por último, el Ceuta de Goikoetxea y de Peguero también ha tirado la casa por la ventana para potenciar aquellas demarcaciones que más han flojeado. Ha pescado en el revuelto Jaén llevándose a Añete y ha adquirido una antigua aspiración del Cádiz, Dani Castellano. A ellos ha unido a un excadista como Manolo Pérez, que ha demostrado en el Poli Ejido que no está acabado, y a Limones, que cubre la vacante dejada por el portero Nauzet.