El análisis: Tocado y hundido en ataque y defensa
El equipo mantiene su incapacidad anotadora y, por tercera jornada consecutiva, es un coladero en labores defensivas
Cádiz/Recibir once goles en tres jornadas consecutivas debe ser un motivo suficientemente aplastante para definir el análisis de lo que le sucede al Cádiz CF. Cuatro del Getafe, otros tantos del Atlético de Madrid y tres del Elche no sólo encienden las alarmas, sino que provoca que se multipliquen la dudas en el cuerpo técnico y los jugadores. La pregunta no debe ser, ¿en qué está fallando el equipo? Quizás es más apropiado cuestionar, ¿qué se hace bien? Fallan demasiadas cosas en un conjunto que siempre ha ejercido de labor conjunta porque no abundan las individualidades.
La cita del Martínez Valero contra el Elche (3-1) es la prueba de que las dos área hacen agua por parte del Cádiz CF. Incapacidad total para perforar la portería contraria y un coladero casi de sonrojo cuando el rival se asoma por el área de Conan Ledesma. Once goles en tres encuentros es la prueba de que el desastre se antoja mayúsculo, pues dos de esas derrotas abultadas se produjeron contra enemigos en similares momentos de angustia, como son Getafe (4-0) y Elche (3-1).
Álvaro Cervera ha utilizado en las tres últimas palizas a todos sus defensores salvo Marcos Mauro, defenestrado esta temporada y que sí jugó en Murcia la Copa del Rey. Fali ha jugado pero como pivote. Haroyan ha estado en los 270 minutos de las citas contra Getafe, Atlético y Elche; 180 minutos sumó Juan Cala contra los dos conjuntos madrileños; 90 minutos para Víctor Chust el domingo en el Martínez Valero, donde fue víctima del error del colegiado al decretarle como penalti una acción que no lo fue. En cuanto a los laterales, tres titularidades para Iza Carcelén con 45 minutos en Getafe, 90 ante el Atlético y 68 en Elche, donde jugó más adelantado. Akapo, 90 minutos en tierras ilicitanas. En el lateral izquierdo, todos los minutos posibles para Pacha Espino y 12 para Arzamendia como extremo ante el Atlético de Madrid.
Estos datos ponen de relieve que el problema no es individual porque falla el colectivo en tareas defensivas por encima de los cuatro zagueros; un equipo como el Cádiz CF que defiende desde el primer delantero está cayendo en una cadena de errores que le elevan de nuevo a ser el equipo más goleado de Primera División (30 tantos). El entrenador no tiene esta campaña la confianza en Marcos Mauro y parece que la ha perdido en Fali, dos futbolistas con peso dentro del once en otros momentos.
Pero los fallos del Cádiz CF navegan hasta la delantera con una incapacidad alarmante para perforar la portería contraria. El colmo fue en Elche el penalti fallado por Álex Fernández, un especialista desde los once metros que empaña un poco más una campaña en la que se le mira con lupa por su irregular rendimiento y lo mucho que se habla de su marcha del equipo al no existir un acuerdo para la ampliación de contrato.
Choco Lozano se dejó en Villarreal todo el gol que ha ido perdiendo paulatinamente a pesar del que marcó casi sin querer contra el Atlético. Negredo no es el primer delantero y sólo ha brillado en la Copa contra un equipo de Regional, y Sobrino aún no ha marcado camino de los 1.000 minutos de juego. Todo ello con Osmajic y Andone como si no estuvieran ni tampoco se les espera. Suman entre los dos algo menos de 300 minutos de juego contando Liga y Copa.
En Elche, el Cádiz CF se ahogó en su doble problema más grave dentro de los muchos que tiene. No hay capacidad suficiente para defender ni atacar y un adversario directo que está metido en el fango le hizo tres goles sin tener que emplearse al límite. Ahora mismo no es necesario para cualquier rival que tenga enfrente al conjunto amarillo, que vende muy barata la derrota como se vio en Elche, Getafe y ante un Atlético al que el Mallorca -un recién ascendido- le sacó los colores.
Después del Martínez Valero quedan 22 encuentros, 66 puntos, pero por sensaciones las finales están servidas para un Cádiz CF que se acerca al ecuador de la competición con 12 raquíticos puntos en su casillero, aún muy lejos de lo que hace falta para soñar con una tercera campaña consecutiva entre los 20 elegidos del fútbol español.
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