El año 2022 del Cádiz CF: la permanente vida en el alambre

El equipo logró la salvación 'in extremis' y de nuevo está en apuros en la nueva temporada

Cambios en la dirección deportiva

Jugadores y aficionados celebraron la salvación en la fuente de las Puertas de Tierra.
Jugadores y aficionados celebraron la salvación en la fuente de las Puertas de Tierra. / Lourdes De Vicente

Cádiz/El Cádiz CF dice adiós a un año 2022 marcado sobre todo por las dificultades deportivas pero con el equipo de nuevo en Primera División por tercera temporada consecutiva tras su esperado retorno en julio de 2020.

A falta del último partido para el cierre de 2022 (contra el Almería el día 30), el balance numérico es 38 encuentros oficiales disputados resueltos con 10 victorias, 12 empates y 16 derrotas, 33 goles a favor y 51 en contra. Son cifras propias de un modesto que lidia con adversarios de mayor potencial en la élite del balompié español.

Un año natural afecta al desarrollo de dos temporadas. La noticia más llamativa en la primera parte de 2022, en plena campaña 2021/22, fue la destitución de Álvaro Cervera después de casi seis años de feliz matrimonio con el club que acabó en ruptura traumática debido al pesado lastre de los malos resultados, con el equipo penúltimo clasificado y relaciones deterioradas en el vestuario que ponían en peligro la armonía necesaria para abordar el reto de la continuidad en la máxima categoría.

La derrota (2-0) frente el Osasuna terminó de dinamitar los puentes entre el presidente, Manuel Vizcaíno, y el entrenador que había conducido al Cádiz CF de Segunda B hasta Primera. Se había acumulado un desgaste reflejado en la tabla, con un equipo en caída libre erigido entonces en un indiscutible candidato al descenso.

El 11 de enero se consumó el cambio en el banquillo después de más un lustro de inusual estabilidad. Cervera se llevó un baño de masas de la afición en su despedida y Sergio González tomó el relevo con el complicado desafío de sacar a flote a un Cádiz CF hundido que desprendía un preocupante aroma a Segunda. Lo consiguió en 18 jornadas en las que los amarillos lograron 25 puntos que incluyó media docena de triunfos, tres de ellos en casa, donde no había ganado en toda la primera vuelta.

Para hacer realidad el objetivo, contó el nuevo técnico con cinco refuerzos que arribaron en el mercado de invierno. El club corrigió en enero los errores que había cometido en la ventana estival. Dio en la diana con las nuevas incorporaciones (Luis Hernández, Fede San Emeterio, Rubén Alcaraz, Oussama Idrissi y Lucas Pérez) pese a las enormes dificultades de un mercado restrictivo como es el de enero, en el que recibió numerosas negativas de delanteros. El caso más llamativo fue el de Luuk de Jong, entonces en el Barcelona.

El cambio de entrenador insufló aires renovados a un equipo que fue hacia arriba y empezó a creer en sí mismo. El Cádiz CF dejó de ser ultradefensivo (el sistema que había funcionado durante varios años dejó de dar frutos) y desplegó un juego más alegre con el que encontró el camino hacia la salvación.

Se generó una simbiosis entre el equipo y la afición que causó un efecto propagador de un clima favorable. Todos creyeron en una permanencia que, eso sí, precisó de un milagro en el último capítulo, al que el Cádiz CF llegó ubicado en zona de descenso y por tanto sin depender de sí mismo para quedarse en Primera.

El equipo ganó a lo justo (0-1) en el terreno del Alavés con un gol de Choco Lozano y tras el pitido final tuvo que esperar unos segundos para confirmar que el Granada había empatado en casa (0-0) ante el Espanyol y de esa manera finalizaba la Liga en la 17ª posición, la última que otorgaba el billete de la continuidad. La suerte sonrió a los gaditanos y fue esquiva con los nazarís, que fallaron un penalti y estrellaron el balón en el poste en los instantes finales.

El cuadro gaditano celebró una agónica permanencia casi como un ascenso en una larga madrugada de fiesta en la fuente de las Puertas de Tierra. En el epicentro de los festejos de los éxitos del Cádiz CF se dieron cita numerosos seguidores y los integrantes del equipo a su llegada de Vitoria.

Sergio González no tardó mucho en entrar en la historia de la entidad cadista. Llegó y salvó al Cádiz CF y además con él en el banquillo el conjunto amarillo saboreó el primer triunfo de su existencia sobre el Barcelona en el Camp Nou con aquel tanto de Lucas Pérez.

El año que el técnico inició su andadura en la entidad cadista fue el último de Salvi, que puso fin a siete campañas de amarillo en las que hizo el camino de Segunda B a Primera.

La campaña 2021/22 deparó además la sorprendente noticia, el pasado mes de marzo, de la compra por parte del Cádiz CF (a través de la sociedad Sport City) de los terrenos de la antigua factoría de Delphi ubicados en el término municipal de Puerto Real.

La idea del Cádiz CF es aglutinar inversores para desarrollar un proyecto millonario basado en la industria y la tecnología del deporte con el que propiciar el crecimiento del club, pero compró unos terrenos que estaban sujetos a un proceso de expropiación por parte de la Autoridad Portuaria que ha seguido su curso aunque aún no ha finalizado.

Y de una temporada a la siguiente en la segunda mitad de 2022. El arranque del curso 2022/23 resultó convulso por una serie de circunstancias que derivó en un clima de tensión. Los precios de los abonos, la falta de fichajes ilusionantes (un nuevo mercado de verano con carencias), la obligación de los abonados de tener que avisar de su asistencia en cada partido, las largas colas para acceder al interior del estadio por el mal funcionamiento de los tornos, las cinco derrotas consecutivas en los compases iniciales de la Liga (el peor comienzo en Primera)…

Un cóctel explosivo que provocó una oleada de protestas de los aficionados contra los rectores del club, que tomaron buena nota, pidieron disculpas y buscaron soluciones.

El equipo empezó a funcionar y a sumar puntos y el ambiente se tranquilizó. El peor trago fue el infarto de un aficionad durante el duelo ante el Barcelona del que se recuperó de forma milagrosa.

De jugar rematadamente mal pasó a ofrecer sensaciones esperanzadoras con las que se marchó al obligado parón por la disputa del Mundial de Catar.

El Cádiz CF se fue al descanso liguero en la penúltima posición, la misma que ocupaba al comienzo de 2022. Su sino es la constante pelea por la permanencia, en la que continúa con mucha vida, aunque condenado al sufrimiento que suele acompañar a la historia del club. Aún tiene la oportunidad de acabar el año fuera de la zona de descenso si le acompaña los resultados en la última jornada de 2022, en la que se mide al Almería.

La entidad cadista cierra el año en el que ha presentado el mayor presupuesto de su centenaria historia, próximo a los 61 millones de euros. Una cifra que refleja el crecimiento que experimenta cada temporada.

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