El anuncio del Cádiz CF con la derrota en Albacete

El conjunto amarillo ofrece una imagen lamentable en el Carlos Belmonte

Nuevo retroceso del Cadiz CF en la clasificación

Jugadores con caras de circunstancias en el partido contra el Albacete
Jugadores con caras de circunstancias en el partido contra el Albacete / LOF
J.J.N.

03 de marzo 2025 - 09:47

Cádiz/El Cádiz CF mostró en Albacete su peor versión y sufrió la primera derrota (3-0) desde la llegada de Gaizka Garitano que supuso el fin de una racha de diez partidos seguidos sin perder. Tardó en morder en polvo pero cuando llegó el momento lo hizo de manera vergonzosa, sin dar la cara y a merced de un rival que fue muy superior porque fue el único que puso ganas sobre el césped.

La falta de apetito del Cádiz CF contrastó con la persistente voracidad del conjunto castellano-manchego. La diferencia fue abismal. El pésimo rendimiento que ofreció en el estadio Carlos Belmonte recordó al lúgubre equipo de la etapa de Paco López: desordenado, incompetente, frágil, desacertado... La consecuencia fue una goleada que devolvió a la dura realidad a los amarillos. Los jugadores son los principales responsables. Inexplicable su baja intensidad. La consistencia pasó a mejor vida.

Las escasas esperanzas de poder entrar en la lucha por una plaza en la fase de ascenso saltaron por los aires. El repaso que se llevó en Albacete fue la confirmación del fracaso de la temporada 2024-25 por la falta de actitud y aptitud de los futbolistas y la mala gestión del presidente, Manuel Vizcaíno, que dedicó el mercado de invierno a hacer un ajuste económico en lugar de reforzar la plantilla para pelear por el ascenso. La ausencia de refuerzos solicitados com insistencia por el entrenador destapó una estrategia carente de ambición. El primer sorprendido por la pasividad del club fue el técnico recién aterrizado.

El Cádiz CF no está para cascabeles y se encargó de demostrarlo a más de 600 kilómetros de casa. La reciente dinámica de resultados fue excelente que sirvió para escapar de las garras del ascenso. Una vez cumplida esa misión, la racha terminó de forma abrupta con una imagen lamentable para dejar claro que lo único que queda por delante en los próximos meses es amarrar la permanencia en Segunda División de manera matemática. En el momento que llegarse un leve bajón, se iba a quedar sin opciones de soñar con algo grande. Le quedan 12 puntos para llegar a los 50 y tiene siete de ventaja sobre la zona de descenso. En teoría, el objetivo menor (comparado con el del del ascenso) está más que encarrilado.

La recta final de curso se queda sin alicientes para un equipo ubicado en tierra de nadie que no merece otra cosa que estar ahí perdido en medio de la nada. Cuando ha tenido la oportunidad de engancharse a la parte alta, ha renunciado. ¿Para qué? Con lo cómodo que se vive escondido en la mediocridad.

La duda es si este equipo va a bajar los brazos como lo hizo en Albacete, donde confirmó que tira la temporada al cubo de la basura y anunció que no tiene muchas ganas de presentar batalla. Ya había emitido señales preocupantes en el anteriir partido contra el Castellón. Como se deje ir, el último trimestre de la Liga puede ser insoportable. Depende de la dignidad profesional de los que saltan al césped.

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