Un árbitro de mal recuerdo se cruza en el camino del Cádiz CF

Cádiz/Alejandro Hernández Hernández, perteneciente al comité canario, ha sido elegido para pitar el duelo entre el Cádiz CF y el RCD Espanyol, muy importante para los locales en su constante lucha por la salvación y que llega en pleno proceso ascendente. En el VAR estará el murciano Sánchez Martínez.

Hernández Hernández estuvo a cargo del VAR en el envite que el Cádiz CF disputó la temporada pasada en el terreno del Mallorca.Perjudicó a los gaditanos como pocas veces se ha visto en la historia reciente del fútbol. En lugar de hacer justicia con las numerosas cámaras con las que puede ver las jugadas, masacró al Cádiz CF, que ganaba 0-1 pero perdió por decisiones arbitrales.

El colegiado nacido en Lanzarote no impidió que el primer penalti señalado contra los amarillos en Son Moix por Carlos del Cerro Grande quedase anulado. Un levísimo contacto de Iván Alejo con el brazo de Brian Oliván dentro del área acabó con una pena máxima transformada por los bermellones.

Las repeticiones permitieron observar que el penalti no existió. Fue un contacto mínimo que nunca debió haber sido penalti. Se pudo haber corregido el error desde el VAR pero prevaleció el criterio incorrecto del árbitro que estaba sobre el césped. El VAR no sirvió para nada.

Hernández Hernández debió advertir de su error a Del Cerro Grande para que hubiese revisado la acción en el monitor. El madrileño no comprobó la jugada y se cometió una grave injusticia porque un penalti que no fue se convirtió en el primer gol del Mallorca.

Casi peor fue el segundo penalti. Nadie sobre el césped había apreciado infracción de Ledesma en el salto dentro del área para atacar el balón, pero Hernández Hernández sí consiguió que esta vez Del Cerro Grande acudiese a la monitor a revisar el impacto entre Ledesma y Ángel, delantero del conjunto local.

El árbitro no había apreciado penalti que sí consideró Hernández Hernández. Segunda injusticia desde el VAR y segundo gol del Mallorca desde los once metros.

Por lo tanto, el árbitro canario acapara de entrada más protagonismo del deseado por ese nefasto papel en el Mallorca-Cádiz del curso pasado, que de nuevo sacó a relucir el problema de interpretación del arbitraje desde que está el VAR.