Visto y Oído
Broncano
Cádiz/La campaña de abonados del Cádiz CF ya está en marcha. La afición es el soporte fundamental de una entidad que, después de un largo periodo (seis años consecutivos) de penurias en Segunda División B, se consolida en la categoría de plata y se dispone a desarrollar la que será su cuarta campaña seguida con el reto de crecer y quedar lo más arriba posible.
Se mantiene intacto el sueño de pelear por el ingreso en la élite del fútbol español, algo sólo ha sucedido una vez en el siglo XXI, hace ya 14 años.
El objetivo del Cádiz no es otro que conseguir un elevado respaldo de la hinchada. Cuantos más abonados, mejor. Y no sólo eso. Cuantos animen in situ, mejor. El club quiere dar un paso más e incentivar la asistencia al estadio Carranza. No se trata de poseer el carné, sino de usarlo cada vez que el equipo ejerza de anfitrión.
La intención no es otra que las gradas del Carranza se llenen de abonados y más aficionados y con ello poder aumentar la presencia contabilizada en años anteriores.
La media de asistencia al estadio ubicado en el barrio de La Laguna durante la temporada recién finalizada fue de 13.263 espectadores. El promedio es similar al de las dos campañas precedentes (desde el retorno a Segunda A). En la 2017/18 fue de 13.154 y en la 2016/17, 13.251.
Las cifras reflejan una afluencia estable al Carranza, aunque por debajo del número de abonados, consolidado en torno a los 16.000 durante las últimas tres campañas en el segundo peldaño del balompié patrio.
La asistencia es bastante menor que el número de socios, entre otras razones porque muchos de los seguidores que adquieren el carné son gaditanos que viven en diversos puntos de la geografía nacional pero se mantienen fieles al equipo de sus amores.
Las fechas de los partidos dificultan en ocasiones la presencia de socios que no pueden acudir a partidos por motivos laborales o por razones geográficas. Los lunes por la noche no son bien acogidos. No son pocos los abonados que residente en distintos puntos de la provincia.
El número es parecido cada año, aunque en el curso recién finalizado alcanzó su pico más alto con una suma global de 278.525 personas en 21 jornadas ligueras como local, un cifra casi calcada a la de la primera andadura (2016/17) tras el regreso al fútbol profesional: 278.265. La temporada 2017/18 fue la peor, con una asistencia total que se quedó en 276.243 aficionados.
El partido entre el Cádiz CF y el Tenerife de la temporada 2017/18, con 16.705 espectadores en las gradas, es el que más presencia de público ha tenido el estadio Carranza desde la vuelta a Segunda División A.
Una campaña antes, el duelo de ida de la fase de ascenso contra el conjunto chicharrero llevó al santuario cadista a 16.493 aficionados, una veintena más de los contabilizados en el choque contra el Mallorca, el primero en casa tras el esperado regreso a la categoría de plata.
En la recién acabada temporada 2018/19, la asistencia al Carranza nunca llegó a las 16.000 personas. El tope quedó establecido en el envite ante el Osasuna, con 15.882 hinchas. Fue la única vez que se rebasó la barrera de los 15.000.
El Carranza fue el séptimo recinto más poblado del ejercicio 2018/19, por detrás de La Romareda, El Molinón, La Rosaleda, Riazor, El Sadar y el Carlos Tartiere. Todos son estadios de escuadras que son candidatas a militar en Primera.
Llama la atención que dos de los equipos que consiguieron dar el salto a la división más alta no figuran entre los más llenos. El Nuevo Los Cármenes, hogar del Granada (subió como segundo clasificado), ocupó el décimo puesto en la lista de los estadios más visitados con una media de 11.600 espectadores.
El Mallorca, que ascendió en el play-off, ni siquiera se acercó a los 9.000 aficionados de promedio en su terreno. Pese a su exitosa temporada, la asistencia a Son Moix apenas alcanzó las 8.600 personas, la séptima más baja de LaLiga 1|2|3.
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