La burla inconcebible

Cádiz CF

Los árbitros y el Comité de Competición se ríen del club: Salvi no jugará en Ponferrada, pero los artífices de su expulsión sí trabajarán la próxima jornada

Salvi salta al césped del estadio Carranza.
Salvi salta al césped del estadio Carranza. / Fito Carreto
J.J.N.

29 de diciembre 2019 - 20:28

Cádiz/En plenas vacaciones navideñas, con el campeonato de reposo hasta el próximo 4 de enero, la actualidad del Cádiz CF durante la semana estuvo marcada por dos hechos, uno relacionado con el ámbito deportivo y otro vinculado al permanente conflicto institucional en el que se ve envuelto el club en los últimos tiempos.

En lo deportivo causa risa, por vergonzante, la actuación del Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol a la hora de imponer a Salvi un partido de sanción tras ser expulsado al comienzo de la segunda parte del encuentro contra el Numancia.

Si rigurosa fue la cartulina roja que Rubén Ávalos Barrera mostró al sanluqueño, empujado desde la sala del VAR por Gorka Sagués Oscoz, escandalosa fue la decisión del órgano disciplinario de la RFEF, que se cachondeó de la entidad cadista con una pirueta con la que justificó el castigo.

La entidad cadista presentó alegaciones, incluidas imágenes de la acción de marras, con las que dejaba en evidencia la explicación que el árbitro reflejó en el acta oficial del partido. Ávalos Barrera puso que mandó al extremo al vestuario por "pisar a un adversario en su muslo no estando el balón en disputa entre ambos".

Las imágenes demuestran lo contrario. Sí que estaba el esférico en disputa. En el acta no quedó reflejada la realidad y por tanto debía quedar invalidada la medida del colegiado. Pero la lógica no siempre se cumple, y en este caso menos.

El club trató de hacer valer con las imágenes un argumento a priori irrefutable que debía dejar sin efecto la tarjeta roja pero Competición dio un rodeo para sancionar a Salvi. Le dio la razón al Cádiz CF, pero sólo de manera parcial y mantuvo la roja. Toda una burla que el club no debería permitir bajo ningún concepto. Aunque sea por dignidad, el Cádiz CF está obligado a llegar hasta el final para defenderse de tamaña humillación.

Anular la expulsión del 7 cadista hubiese puesto en evidencia el error de una decisión arbitral que condicionó el desarrollo del partido, que fue otro con los amarillos en inferioridad numérica. Con uno menos llegó la derrota. Pero el cobazo que le dan al club es histórico. El Comité saca el capote, torea al Cádiz, le dice que sí a su reclamación pero la roja es inamovible.

Y además el daño es doble, porque Salvi no podrá jugar en Ponferrada. El futbolista y el club son los perjudicados y los causantes del desaguisado siguen tan campantes. Mientras el extremo es castigado, Sagués y Ávalos sí tienen asignado trabajo para la jornada en la que Salvi se quedará en casa. El vasco dirigirá el choque entre el Numancia y el Deportivo de La Coruña.

El catalán será el responsable del VAR en el partido del Tenerife contra el Albacete. Si esto es lo que le espera al Cádiz en la decisiva segunda vuelta, mucho tendrá que afinar para no exponerse a decisiones más que cuestionables por parte de los árbitros y el órgano disciplinario.

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