El adiós a la Copa del Rey: un problema menos para el Cádiz CF
El conjunto amarillo se despide de un torneo que ha provocado una lesión por partido y suponía un estorbo en el recorrido de la Liga
Cádiz/La derrota es un plato amargo, pero siempre puede haber una excepción si la consecuencia no es del todo mala. Dulce derrota la del Cádiz CF ante el Girona para decir adiós a una Copa del Rey que nada bueno ha deparado al conjunto amarillo. Menudo marrón se quita de encima y ahora el camino queda despejado del todo para pensar sólo en el campeonato doméstico justo en el ecuador de la temporada.
Cuesta hallar un elemento negativo de la despedida copera más allá del pequeño disgusto puntual de una tarde. Poco que ganar y mucho que perder tenía la escuadra gaditana en un torneo diseñado para los grandes y los modestos. La clase media poco podía hacer más allá de los minutos que tenían la ocasión de disfrutar los jugadores menos habituales en la Liga. Por lo demás, desplazamientos largos, cansancio y gasto excesivo. Y lo peor: lesiones.
El recorrido del Cádiz CF en la Copa se resume en una lesión por partido. Bodiger pasó la noche en un hospital tras recibir un golpe en la cabeza en el duelo inicial ante el Ribadumia. Se recuperó sin problemas pero se llevó el susto y no pudo entrar en una convocatoria.
José Mari buscaba minutos en la visita al Pontevedra tras dejar atrás una lesión de rodilla y lo que se encontró fue una rotura muscular que lo devolvió a la enfermería tras dos meses de ausencia. Un duro revés para el capitán y el equipo, de nuevo sin el roteño durante un tiempo.
Y Carlos Akapo se dañó el menisco de su rodilla derecha durante el reciente choque contra el Girona. ¿Quién hubiera sido el próximo en caer en una siguiente ronda, una vez a mitad de semana, emparedada entre los compromisos ligueros? El lateral está pendientes de pruebas.
El Cádiz CF cae eliminado pero a la vez elimina el riesgo de más lesiones y deja de hacer desplazamientos que se han hecho eternos después de recorrer más de 4.000 kilómetros e incluso pasar varios día lejos de casa, como en la visita al Ribadumia enlazada con la del Celta Vigo que tuvo a la expedición cadista cuatro días seguidos en Galicia.
La Copa ha dificultado la preparación de los partidos de Liga por falta de tiempo entre una cita y la siguiente. Eso ya no volverá a suceder tras sufrirlo el equipo por última vez antes del envite frente al Levante.
Y un aspecto más que afecta a las arcas. El club se ha gastado más de 100.000 euros en viajes para afrontar los partidos del torneo del k.o. Ha hecho los trayectos en avión para reducir el tiempo de estancia fuera y minimizar el desgaste de la plantilla.
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