El Cádiz CF acierta, resiste con uno menos y gana (3-1)
El conjunto amarillo prolonga su buena dinámica con una meritoria victoria sobre el Mirandés
Cádiz/El Cádiz CF prolongó su buena dinámica con una victoria (3-1) sobre el Mirandés que labró con efectividad en el remate y una exhibición de resistencia al tener que afrontar casi toda la segunda parte en inferioridad numérica por la expulsión de Moussa Diakité. El fútbol va de acierto y el que lo hizo en las dos áreas fue el conjunto amarillo. De hecho, David Gil paró un penalti en la primera mitad y sostuvo al equipo en la segunda.
No fue mejor pero sí más eficiente un Cádiz CF que, noticia, sumó dos victorias consecutivas por primera vez esta tenporada. Es la señal diáfana de su progresión desde la llegada del nuevo entrenador. Ahora sólo queda por conocer cuál es su límite.
Gaizka Garitano tocó lo estrictamente necesario en la alineación con la única novedad de Bojan Kovacevic en lugar del sancionado/lesionado Fali. Mantuvo a Mario Climent tras su buena actuación frente al Eldense y el lateral izquierdo tardó sólo cinco minutos en repetir lo que había una hecho una semana antes. Carlos Fernández aguantó con la pelota dentro del área, vio llegar a su compañero y le dio la asistencia para que marcase con un potente zurdazo. Golazo por la escuadra del alicantino para poner el 1-0 en el primer disparo a puerta del partido.
El madrugador tanto premió el arrollador comienzo de los locales, con una marcha más que su adversario y máxima efec. Esa bella diana que pilló a más de un aficionado entrando en el estadio dibujó un escenario idílico. Nada como cobrar ventaja desde el principio para afrontar la cita con más seguridad, aunque a la postre originó un cambio.
El Mirandés despertó tras recibir un duro golpe. Apretó arriba y en el minuto 14 avisó mediante un centro peligroso de Joel Roca que hizo pasear el esférico por el área antes de que se escapase junto a un poste.
Los locales frenaron su marcha y empezaron a ser dominados por un rival que no aprovechó un error de bulto de Moussa Diakité. En el 19, el medio cometió un penalti tan claro como absurdo al tocar el balón con el brazo dentro del área en la pugna con un oponente. Un pecado de juventud que no pasó a mayores porque el capitán David Gil salió al rescate para detener la pena máxima. Panichelli lanzó con fuerza desde los once metros pero el portero adivinó la dirección y atrapó la pelota para euforia general.
Se libró el empate un Cádiz CF que sin embargo andaba muy lejos de tener el control. Cuando peor lo pasaba, en el 26 Moussa se redimió de su error anterior cuando recuperó el cuero en el centro del campo y se lo entregó a Ontiveros, que se inventó un pase mágico a Carlos Fernández con el que rasgó el centro la zaga. El remate del ariete, ya dentro del área, lo repelió Raúl Fernández, el balón quedó suelto por alto y Sobrino superó en el salto a Juan Gutiérrez para cabecear a puerta vacía.
Del posible 1-1 se pasó al 2-0 en un pispás pero el partido aún parecía lejos de quedar sentenciado. Los visitantes no se rindieron, atacaron con todo y en el 29 Panichello volvió a fallar cuando, completamente solo delante de la portería, remató fuera.
El acierto de los amarillos contrastó con la falta de pegada de los rojillos, que insistieron arriba y provocaron momentos de apuros con un asedio agobiante. Los gaditanos tuvieron que echarse atrás y lo intentaron al contragolpe. Uno de ellos, en 39, lo culminó Carlos Fernández con un testarazo que se perdió muy cerca del larguero.
El Cádiz CF no fue tan fiable en defensa y lo acabó pagando antes del descanso cuando dejó que su rival se metiese en el partido. Panichelli había fallado dos ocasiones muy claras pero no perdonó la tercera cuando, a la salida de un saque de esquina y tras la prolongación de cabeza de un zaguero, ganó la puja a Víctor Chust en el segundo palo y anotó el gol suponía el 2-1 en el minuto 44.
El tanto del Mirandés hizo justicia. Ni uno merecía tener una renta de dos tantos ni el otro tanta desventaja y el marcador ajustado al intermedio anunció una segunda mitad preñada de incertidumbre. El Cádiz CF no estaba siendo mejor en el desarrollo daunque sín más eficaz en la definición.
El cuadro castellano-leonés se adueñó de la pelota en la reanudación y los de casa corrieron como pollos sin cabeza detrás de ella. El encuentro se complicó bastante cuando Moussa, en otro acto imprudente, se ganó la expulsión en el minuto 50 por pisar con los tacos un tobillo de Gorrotxategi. La roja no admitía discusión y el medio completó su mala noche al dejar al equipo con diez con toda la segunda parte por delante.
Garitano reaccionó de inmediato con la puesta en escena de Fede San Emeterio (por Brian Ocampo) para reforzar la medular. La victoria del Cádiz CF, si es que la lograba, pasaba por una demostración de resistencia.
El partido pasó a ser un monólogo del Mirandés con el esférico frente a un equipo local que se dedicó a defender y a tratar de romper el ritmo con pérdidas de tiempo. La pelota duraba pocos segundos en poder de los amarillos, con dificultades para mantener la ventaja y un desgaste que fue visible a medida que fue pasando el tiempo. En el 61, David Gil evitó el empate con un paradón a una mano tras un disparo colocado a la escuadra de Ander Gil. En el 59, Hugo Rincón voleó fuera con todo a su favor dentro del área.
El preparador cadista buscó frescura con Joseba Zaldua y Álex Fernández, ubicados en la derecha. El Cádiz CF se agarró a alguna jugada y a la inspiración de Ontiveros que encontró aliados. En el 75, el marbellí forzó un saque de esquina que él mismo puso en marcha con un centro que Víctor Chust convirtió en gol con un acrobático remate de cabeza de espaldas a la portería con el que sorprendió al cancerbero.
El 3-1 fue otra de las claves del encuentro porque despejó el camino del triunfo en una situación de máxima adversidad a falta del último esfuerzo, ya con Escalante y Chris Ramos sobre el césped. En el 78, el delantero estuvo un pequeño paso de interceptar el pase de un defensa al portero que le hubiera dejado en una posición inmejorable para marcar.
Un peligroso remate fuera de Pacnichelli en el 80 avisó de que el pescado aún no estaba vendido del todo. El Mirandés persistió por tierra y aire. Se defendieron con uñas y dientes los anfitriones, juntos alrededor de su área con la sobresaliente aportación de David Gil. En el alargue, con los tres puntos en el bolsillo, Chris Ramos se anticipó al portero en el salto y su remate de cabeza se perdió por muy poco.
FICHA TÉCNICA
Cádiz CF: David Gil, Iza Carcelén (Zaldua, 70'), Kovacevic, Víctor Chust, Climent, Moussa Diakité, Rubén Alcaraz (Escalante, 74'), Sobrino (Álex Fernández, 70'), Brian Ocampo (Fede San Emeterio, 50'), Ontiveros y Carlos Fernández (Chris Ramos, 74')
Mirandés: Raúl Fernández, Hugo Rincón, Tachi (Butzke, 72'), Pablo Tomeo (Iker Benito, 59'), Juan Gutiérrez, Alonso (Parada, 59'), Gorrotxategi (Lachuer, 72'), Alberto Reina, Ander Martín (Izeta, 64') Joel Roca y Panichelli.
Goles: 1-0 (5') Climent. 2-0 (26') Sobrino. 2-1 (44') Panichelli. 3-1 (75') Víctor Chust.
Árbitro: Sesma Espinosa (riojano). Expulsó al local Moussa Diakité con roja directa (50'). Amonestó a los locales Víctor Chust (28'), Rubén Alcaraz (67') y Álex Fernández (86'), y al visitante Pablo Tomeo (31').
Incidencias: Partido de la 24ª jornada de Liga disputado en el estadio Nuevo Mirandilla.
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