El Cádiz CF consolida su carácter competitivo

Cádiz/El partido contra el Getafe sirvió para confirmar que el Cádiz CF está en la buena onda. La dolorosa goleada (5-1) recibida hace un par de semanas en Vallecas fue un accidente en medio de una dinámica positiva de juego en la que se adentró tras las deficientes cinco jornadas iniciales con aquella secuencia de derrotas que hizo saltar todas las alarmas.

No fue un partido brillante el disputado en el Coliseum Alfonso Pérez, resuelto con un empate sin goles. Pero si se hubiese dilucidado a los puntos, como en el boxeo, la balanza se habría inclinado hacia el bando cadista, que dispuso de las oportunidades más claras y en determinadas fases llegó a ser superior a su rival. El mejor jugador del encuentro fue David Soria, portero del Getafe. Sus intervenciones influyeron de manera decisiva en el marcador.

Tras la debacle en Vallecas en un mal día, la reacción de los amarillos es inmediata: triunfo (3-2) sobre el Atlético de Madrid y equis en terreno getafense. Dos partidos seguidos sin perder y cuatro puntos de seis que aunque no le sirven para abandonar la zona de descenso sí son útiles para mantenerse cerca de los puestos de salvación.

El principal rasgo de este Cádiz CF es su carácter competitivo. En Getafe salió enchufado desde el principio y se empleó con personalidad frente a un adversario con jugadores de cierto pedigrí que a la hora de la verdad no funcionó como bloque.

El Cádiz CF sí se desenvolvió con un eficaz trabajo colectivo, capaz de sobreponerse a las lesiones de los dos centrales titulares. Destacó más la labor grupal que la individual, con orden y máxima concentración de principio a fin salvo en los últimos compases cuando los azulones se quedaron con nueve futbolistas.

Como en actuaciones del pasado reciente, al cuadro gaditano le faltó muy poco más para amarrar los tres puntos. Se quedó cerca de doblegar al Getafe, Villarreal, Espanyol, Betis y Girona. Podría tener un buen puñado de puntos más con los que vivir con holgura en mitad de la tabla. Pero la realidad es otra.

El conjunto de Sergio González sobresale por su carácter competitivo pero le falta dar un paso más para paliar el déficit que arrastra de aquellos pésimos capítulos del comienzo. No está mal encaminado. Los jugadores dan un buen tono y están con la autoestima en un pico elevado.

Si consigue traducir su espíritu combativo en triunfos, no debería tardar en abandonar el furgón de cola. Le está costando salir, aunque al menos llegará al obligado descanso del campeonato sin quedarse descolgado.