El parqué
Álvaro Romero
Tono alcista
El Cádiz CF se llevó toda una lección en un regreso a Segunda División que no pudo ser más nefasto. El conjunto amarillo, con un once plagado de futbolistas procedentes de Primera fue arrollado por un Real Zaragoza muy superior en todas las facetas del juego. La goleada en casa, 0-4, es el reflejo del ridículo de un equipo que se cree por encima de los demás y recibió un repaso de aúpa.
La imagen del cuadro gaditano fue lamentable, de vergüenza. Un claro aviso de que esta plantilla necesita fichajes con urgencia si no quiere sufrir más de la cuenta esta temporada. Decir que el Cádiz CF es un aspirante al ascenso parece una broma de mal gusto. Menudo desastre el de un equipo descosido, sin saber a qué atenerse, con una defensa de mantequilla y el problema de siempre de falta de gol. Y además, con la afición aún más enfadada. Si ya era malo el ambiente causado por los dirigentes de club, la sonrojante goleada ahondó aún más en la crisis en la que se halla el universo cadista. El personal empezó animando hasta que se hartó del lamentable espectáculo y protestó con insistencia contra el presidente.
La primera alineación del curso estuvo condicionada por las bajas por problemas físicos y por un mercado de verano aún abierto que a priori deparará novedades. En cualquier caso, repitieron ocho futbolistas del año pasado y destacó la presencia de Moussa Diakité en la media, el puesto más castigado por las lesiones.
La puesta en escena de los amarillos fue con un 4-4-2 y una presión asfixiante para tratar de robar el esférico lo más cerca posible del área contraria. Y cuando había que sacar el balón desde atrás, predominó el juego directo. Antes de que se cumpliera el primer minuto ya se vio una señal preocupante. Un anticipo de lo que estaba por llegar. A los cuarenta y tantos segundos, Adrián Liso protoganizó con una internada en solitario en el área que culminó con un disparo que no encontró puerta por poco. No fue un hecho aislado, fue el primer síntoma de la vulnerabilidad de una defensa que hizo aguas por todos lados.
Los visitantes entraron mucho mejor al partido, ordenados, con presión arriba, juego de toque, llegada... y gol. En el 14, Soberón sorprendió a Caro con un derechazo lejanísimo que pilló al cancerbero fuera de sitio, adelantado. Aunque llegó a tocar la pelota, no pudo evitar que se alojase en la portería.
El 0-1 fue un jarro de agua fría, fruto de un pésimo arranque colectivo y de una cantada en el debut de un guardameta que, poco después (en el 16), con el equipo noqueado, evitó el 0-2 cuando repelió con una mano un remate a bocajarro de Bazdar. Una gran intervención. En la siguiente acción, Fali sacó en línea de gol un tiro de Soberón.
La debilidad defensiva de los locales fue tan inesperada como alarmante. ¿Qué ha estado haciendo el equipo en pretemporada? En el 28, Liso se coló con una facilidad pasmosa por el centro pero, ya dentro del área, tiró antes de tiempo en el mano a mano con Caro, que evitó el tanto con una pierna. El Cádiz CF era un chollo en la parte trasera y arriba no era capaz de ir más allá de centros laterales que no causaban el más mínimo daño.
El partido entró en una fase anodina, con un Cádiz CF impotente, sin jugar a nada, en contraste con un Zaragoza muy cómodo sobre el verde que daba la sensación de poder dar otro golpe de efecto en cualquier momento. Una de las diferencias, quizás la principal, era que en el cuadro amarillo nadie desbordaba, no había creatividad, mientras que el conjunto maño tenía cohetes en las bandas con habilidad para regatear y asociarse. El recién descendido atesoraba menos calidad que su rival.
Un cabezazo fuera de Víctor Chust (en el 40) a la salida de un saue de esquina fue la ocasión (por decir algo) de un Cádiz CF que no llegó a tirar a puerta en una primera parte que fue auténtico desastre. Sin embargo, el que sí hizo sus deberes fue el equipo aragonés, que marcó el 0-2 poco antes del intermedio de nuevo por medio de Soberón y una vez más gracias a la pasividad de una zaga propia de un equipo de benjamines. El delantero remató a puerta vacía un centro de Calero. Ese gol dejó muy tocado al equipo y elevó aún más la indignación de la parroquia cadista. Brotaron los pitos y los gritos pidiendo la dimisión de Manuel Vizcaíno.
Paco López buscó la reacción en la reanudación con tres sustuciones en el descanso. Entraron en escena Zaldua, Glauder y Rubén Alcaraz. Lo que hizo básicamente el entrenador fue recomponer la defensa ((Iza Carcelén pasó a la izquierda) mientras el jugador más desequilibrante, Brian Ocampo, se quedó en el banquillo hasta que el preparador cadista apostó por él con media hora por delante. El uruguayo elevó el nivel.
Los de casa se enredaron en un querer y no poder. Al menos tuvieron la pelota y con ella apretaron en ataque. En el 60, un libre directo lanzado por Rubén Alcaraz se escapó cerca de la escuadra.
Los gaditanos mejoraron pero las pasaron y empezaron por fin a generar peligro. En el 67, el primer tiro a puerta lo firmó Iza Carcelén con un disparo raso junto a un poste que se topó con una gran parada de Poussin. En el 68, Chris Ramos Chris Ramos cabeceó alto desde una posición inmejorable en el corazón del área.
El dominio de los amarilos fue absluto ante un rival encerrado a la espera del paso del tiempo. La instrucción parecía clara: balón a Brian Ocampo, el único capaz de hacer algo diferente con el cuero.
El recurso del balón parado también apareció pero sin demasiada fortuna. La tuvo otra Rubén Alcaraz con una falta desde la frontal del área, pero el arquero se acabó haciendo con el balón.
La posesión de balón no suficiente. Tampoco la generación de varias oportunidades. Faltó precisión en el último pases y lucidez en la definición. Una historia que se repite. El asedio de loa amarillos tan agobiante como estéril. En el 80, un taconazo de Roger Martí cerca de la postería estrelló el balón contra Lluís López.
El Cádiz no dio una y al Zaragoza le bastó con una llegada en la segunda parte para finiquitar la contienda. En el 83, el ex cadista Aketxe batió a Caro con un disparo para culminar una contra y poner el 0-3. Para redondear una noche terrible, Luna marcó el 0-4 después de un tremendo error de Chris Ramos en el despeje y Caro en la salida a por un balón aéreo.
Ficha técnica
Cádiz CF: Caro, Iza Carcelén, Fali, Víctor Chust (Glauder, 46'), Matos (Zaldua, 46'), Moussa Diakité (Rubén Alcaraz, 46'), Álex Fernández, Iván Alejo (Brian Ocampo, 59') Sobrino (Etta Eyong, 87'), Chris Ramos y Roger Martí.
Zaragoza: Femenías (Poussin, 56'), Calero, Vital (Jair, 63'), Lluís López, Tasende, Marco Aguado, Keidi Bare, Bermejo (Iván Azón, 81'), Liso, Soberón (Aketxe, 63') y Bazdar (Luna, 81').
Goles: 0-1 (14') Soberón. 0-2 (42') Soberón. 0-3 (83') Aketxe. 0-4 (90') Luna.
Árbitro: Arcediano Monescillo (castellano-manchego). Amonestó a locales local Sobrino (9'), Fali (45'+1) y Brian Ocampo (89'), y a los visitantes Vital (34') y Bermejo (64').
Incidencias: Partido de la primera jornada de Liga disputado en el estadio Nuevo Mirandilla ante 16.970 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de los socios y cadistas fallecidos en el último año.
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