El Cádiz CF discrepa con su afición y el Málaga 'muere' con la suya: 26.000 abonados

¿Quién para al malaguismo? La afición del Málaga se está disparando y la del Cádiz CF se siente maltratada. Todas las comparaciones siempre son odiosas, pero el paso por Primera Federación ha supuesto un antes y un después en la ciudad y la provincia malageña. El club de Martiricos presentó su recuento después de cerrar el periodo de renovaciones (más un momento inicial en el que permitió altas nuevas y que tuvo que parar en alrededor de 5.000). Tiene ya para este curso 2024/2025 en Segunda División la friolera de 25.800 carnets activos. El récord de la Champions League está a punto de caer. Insólito.

Mientras en la vecina Costa del Sol buscan metros y metros de alfombra roja para cada abonado, en el Cádiz CF la caza de brujas está en marcha desde este lunes para ver "quién ha sido, quién ha dicho, quién estaba, quién ha escrito esto o aquello...", cuando lo ideal sería centrar todo el esfuerzo, y el dinero, en hacer un equipo competitivo. Los insultos son otra cosa y deben ir por otra vía, pero el Cádiz CF está moviendo cielo y tierra para identificar a los que opinan y piensan de otra manera. Ni mejor ni peor, sólo de otra manera.

Decíamos que las comparaciones siempre son odiosas y, por desgracia, el Cádiz CF viene en caída tras el descenso, y el Málaga ve la luz tras un año en ese pozo del que no hace tanto que escapó el club amarillo. Eran tiempos en los que mandaba el proyecto desde el césped y no se perdía el tiempo en tapar la boca al fracaso. Y es que el Cádiz CF parece que está dirigido por atenienses, apasionados de ir a juicio.

En cuanto al Málaga, ya era un éxito absoluto que hubiese en la tercera categoría del fútbol español -y tras un sonrojante descenso- una cantidad tan redonda como esos 20.000 abonados. Pero nadie contaba con que la reacción de los malaguistas iba a ser tan espectacular con el regreso a la liga de plata. Además de una manera natural, orgánica podría decirse. Porque no ha habido un acicate en forma de fichajes estelares y lo más sonado del verano fue la salida de la estrella en ciernes del conjunto malacitano, Roberto Fernández.

Y que conste que el Cádiz CF y cadismo deben estar orgullosos de esos 17.500 carnés porque son muchos tras una temporada tan decepcionante con un partido final (Cádiz-Almería, 6-1) que todavía avergüenza al cadismo. Aquí no hay lugar a comparar números, aunque sí a lamentar la persecución iniciada por los dirigentes cadistas hacia una parte de la masa social.