El Cádiz CF ignoró las sanciones económicas a Rusia en el traspaso de Bongonda, el más caro de su historia

El Cádiz CF es uno de los 28 clubes europeos que han realizado 30 traspasos con clubes rusos a pesar de que las sanciones desde la invasión de Ucrania prohíben hacer negocio con personas y empresas cercanas al presidente ruso, Vladímir Putin, o depositar más de 100.000 euros a favor de cualquier entidad rusa.

La entidad cadista traspasó a Theo Bongonda al Spartak de Moscú el pasado 12 de julio (en pleno mercado de verano) por 7 millones de euros. Fue le venta más cara de la historia del equipo del Nuevo Mirandilla. Es uno de los numerosos movimientos entre clubes europeos y rusos desde que estalló la guerra y que han implicado a 39 equipos europeos.

Una investigación periodística internacional publicada por el diario 'El País' (ha participado junto a otros 13 medios europeos) aborda la cuestión e indica que, en España, Real Sociedad, Espanyol, Cádiz CF, Almería y Elche hicieron traspasos bajo sospecha por saltarse las normas comunitarias.

El Spartak de Moscú, al que el Cádiz CF vendió a Bongonda, pertenece a Lukoil, una de las mayores empresas de gas y petróleo del mundo que está sancionada por Estados Unidos desde la anexión de Crimea en el año 2014. 'El País' indica que las sanciones de Estados Unidos son 'extraterritoriales', es decir, el país puede exigir el pago de una multa o prohibir a compañías norteamericanas (desde Nike hasta Mastercard) hacer negocios con la entidad que quebró la sanción.

El trabajo de investigación que publica el rotativo señala que ninguno de los clubes españoles que intercambiaron jugadores con Rusia (uno de ellos fue el Cádiz CF) se puso en contacto con el Ministerio de Economía, del que dependen los organismos que regulan las sanciones en España, a pesar de que los responsables son los propios clubes. El Cádiz CF nunca fue pagador en la salida de Bongonda sino receptor de dinero por el traspaso del futbolista belga-congoleño.

Varios clubes españoles y europeos (Red Bull Salzburgo, el Niza o el Sparta de Praga) apuntan a la FIFA y la UEFA, de las que aseguran que no han puesto pegas en los negocios con Rusia.