Al Cádiz CF le toca acostumbrarse otra vez a ganar
El equipo ha perdido dos de sus últimos cuatro encuentros, lo que le acerca a la dura realidad de principio de temporada y le aleja de la dinámica más triunfal con Garitano
La lección que el Cádiz CF no termina de aprender

Cuando el margen de error es tan pequeño para revertir una situación muy adversa, cualquier frenazo en el camino provoca que se tambalee todo un proyecto. Es el caso que afecta al Cádiz CF, que ‘navega’ contra viento y marea sin ser capaz de alcanzar la orilla a la que se ha acercado desde la llegada del actual entrenador.
Es complicado cambiar completamente, de la noche a la mañana, la trayectoria de un equipo que arrancó tan mal el curso como es el caso del Cádiz CF. Acostumbrado, en exceso, a perder durante casi toda la primera vuelta, con el conjunto amarillo anclado en la zona que conduce a Primera Federación, la brillante reacción con Gaizka Garitano al frente parece que no va a dar para pelear objetivos mayores que la permanencia en la categoría de plata.
No es repetitivo hablar del margen de error cuando éste tiene un recorrido mínimo. Las cuatro últimas jornadas son la mejor prueba de lo que viene sucediendo porque ha puesto en la mesa lo que puede ser más normal a tenor del potencial de la plantilla esta temporada. Ya lo viene advirtiendo el preparador del Cádiz CF: no se le puede pedir a un equipo que estaba en descenso que ahora lo gane todo. Y no le falta razón. El mejor ejemplo radica en las últimas cuatro jornadas de Liga: dos victorias y dos derrotas. No son números para perder la categoría, si bien de donde viene el conjunto cadista es insuficiente para poner los pies en zona que huela a la pelea por el ascenso a Primera.
Dos derrotas casi seguidas era algo desconocido con el Cádiz CF que lleva el sello de Garitano. No se puede decir que haya dejado de ser un equipo fiable, pero esos cinco goles encajados en las dos derrotas ponen sobre la mesa viejos problemas que no acaban de tener solución.
El preparador del Cádiz CF se distingue por ser prudente y evaluar la situación desde el máximo respeto, aunque no niega esas carencias de las que avisaba desde su llegada. Cuando las bajas atacan posiciones ofensivas, especialmente en los extremos, las alternativas de Garitano se cogen con un alfiler. Para muestra, el hecho de que Matos ejerciera en Tenerife por delante de su puesto habitual en el lateral izquierdo.
Matos en un extremo y el casi siempre cuestionado Sobrino en otro se puede entender como poco arsenal para meter al equipo entre los seis primeros clasificados. Hay que recordar que Garitano llegó al cargo para salvar al equipo... Todo lo demás que llegue será de un mérito enorme a tenor de la materia prima que tiene.
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