El Cádiz CF mejora pero tiene dos problemas preocupantes

La está costando al Cádiz CF adaptarse a la nueva categoría. Parece que viene de Primera Federación y no de Primera División. Lo cierto que de momento no se halla muy cómodo en Segunda. Tuvo que derramar litros de sudor para inaugurar el casillero de puntos con un empate (1-1) en el terreno del Levante el sábado 24 de agosto que puede considerarse justo. Pudo haber ganado y perdido. Estuvo contra la cuerdas pero reaccionó a tiempo y al final imperó la equis.

La primera conclusión que deja el duelo de la segunda jornada de Liga es una mejoría del Cádiz CF respecto a la hecatombe que había sufrido frente al Real Zaragoza. Teniendo en cuenta de dónde venía (un vergonzoso 0-4 en el Nuevo Mirandilla), era imposible no dar un paso adelante aunque no fuese muy largo.

Los amarillos mejoran pero tampoco es para tirar cohetes. Andan muy lejos de mostrarse como aspirantes al ascenso pese a que muchos protagonistas proceden de la élite. Si el más brillante es el portero, es el que algo no termina de funcionar como debiera.

La cara positiva la ofreció el equipo en una notable primera parte en la que sometió al adversario. Le salió bien a Paco López la apuesta por una defensa de cinco y las numerosas variaciones en la alineación. Fue un equipo vertical, con clara vocación ofensiva pese a tanto defensa en el once y con momentos de fútbol vistoso.

El Cádiz CF quiso la pelota, presionó arriba y atacó una y otra vez con descaro. Pocas veces habrá llegado y tirado tanto como en los 45 minutos iniciales. Los jugadores se implicaron al máximo y derrocharon esfuerzo. Faltó la guinda del gol.

Las buenas sensaciones se difuminaron en la reanudación. El sistema dejó de ser eficiente. El Cádiz CF pareció otro equipo. Quedó a merced de un Levante que empujó de lo lindo y no tardó en abrir la lata. Una vez más con el marcador en contra.

En la peor situación, el equipo fue capaz de rehacerse. A pesar del atasco en ataque, la persistencia con más voluntad que cabeza encontró premio cuando Chris Ramos, en la pelea por el balón, recibió una patada dentro del área. El correspondiente penalti lo transformó con solvencia Rubén Alcaraz. El centrocampista estrenó este curso la cuenta goleadora de los gaditanos.

Se libró por los pelos de una derrota un conjunto amarillo que, bastante cansado, sufrió lo indecible en los últimos minutos. Entre el acierto de David Gil y la fortuna (un remate al poste de locales en la prolongación), el Cádiz CF se las arregló para abrazar un punto después de ofrecer dos caras.

Los amarillos destacaron en la primera parte, pero no aprovecharon su superioridad para materializar sus ocasiones. Cuando menos oportunidades crearon, ya en la segunda mitad, fue cuando llegó el tanto de la igualada. Así de caprichoso es el fútbol.

La falta de gol es un problema evidente como también lo es la alarmante debilidad defensiva. Conceder tantas ocasiones es una práctica de alto riesgo que puede provocar disgustos como el de la jornada de apertura. Cuando un rival se planta solo delante del portero tantas veces, es que algo está fallando. Las carencias quizás no sólo son de la zaga, sino de todo el entramado defensivo. Demasiados espacios para el oponente. Mucho por corregir para poder conseguir la primera victoria de la temporada 2024-25.