El Cádiz CF, una mejoría con limitaciones y la condena de los errores groseros
El conjunto amarillo debe dar más pasos si quiere escapar de la zona baja
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Cádiz/El etapa de Gaizka Garitano como entrenador del Cádiz CF se abre con una victoria y un empate en los dos partidos disputados en el estadio Nuevo Mirandilla. El conjunto amarillo se impuso 1-0 al Albacete y el jueves 19 de diciembre no pasó de la equis (1-1) frente al Burgos en la cita de la vigésima jornada de Liga.
El Cádiz CF se muestra como una escuadra más consistencia que en el periodo de Paco López (los malos resultados provocaron su marcha). Sólo ha recibido un gol (de penalti) en un par de encuentros. Ha marcado dos. El sistema defensivo gana en fiabilidad en líneas generales, pero el entramado ofensivo pierde eficiencia. Es como si no hubiese manta suficiente para cubrir esas dos facetas fundamentales del juego.
La creciente solidez proviene de una mayor disciplina a la hora de acometer las tareas de destrucción. Mantener la posición, tapar espacios... La prioridad del actual técnico no ofrece dudas: fortaleza del bloque como punto de partida para aspirar al triunfo.
El Cádiz CF anda enfrascado en la búsqueda del equilibrio necesario para poder remontar el vuelo. La mejoría es limitada a la espera de un paso al frente que debe producirse en una segunda vuelta en la que no caben distracciones.
Los problemas no desaparecen del todo. Uno de ellos, por ejemplo, es cuando el equipo se coloca con ventaja en el marcador. Tanto en el encuentro ante el Albacete como en el duelo contra el Burgos, el Cádiz CF se puso 1-0 en la recta final y cuando adquirió esa renta mínima las pasó canutas preso de los nervios.
El cuadro albaceteño apretó de lo lindo en los instantes finales y estuvo cerca de lograr el empate. El Burgos se fue al ataque cuando se vio por debajo y no sólo logró la igualada sino que además obligó a David Gil a intervenir para evitar males mayores.
Lo que más preocupa del equipo amarillo es su propensión a los errores. Con la victoria en el bolsillo ante los burgaleses, un penalti tonto cometido por Fede San Emeterio en el minuto 87 echó por tierra todo el trabajo anterior. Un agarrón a un rival dentro del área hizo que volasen dos puntos. Es el ejemplo más cercano. Ante el Elche, Brian Ocampo se buscó la expulsión cuando el Cádiz CF ganaba 0-1 y con casi toda la segunda parte como un jugador menos acabó perdiendo al recibir dos goles en los últimos minutos.
Por más que el equipo se haga más fuerte, si no es capaz de cortar de raíz los fallos groseros seguirá dejando escapar puntos y le costará un mundo salir de la zona baja de la clasificación. La posibilidad del descenso sigue estando ahí a un paso de la conclusión de la primera vuelta de la Liga.
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