Las cifras que reflejan que el Cádiz CF fue mejor que el Atlético
El conjunto amarillo fue superior pero regresó de vacío
Cádiz/El Cádiz CF perdió como un equipo grande y el Atlético de Madrid ganó como un equipo pequeño. Ese es, en pocas palabras, el resumen del partido de apertura de la 28ª jornada de Liga disputado en el Wanda Metropolitano el pasado viernes 11 de de marzo.
Venció casi sin querer el favorito y perdió el modesto, el que de verdad quiso jugar y buscar la portería contraria. Entre el mal día de Jeremías Ledesma (otras veces salvador) y el pésimo arbitraje (uno más), la balanza se inclinó hacia el bando local. Sin esos dos condicionantes, quizás el resultado hubiese sido otro.
El Cádiz CF fue mejor en todo menos en la efectividad. Lo que cuenta son los goles a la hora de la verdad y el Atlético, que no demostró nada, sí exhibió la suficiente pegada en dos acciones puntuales para quedarse con todo el botín.
El fútbol no siempre entiende justicia. Pocos ejemplos tan diáfanos como el que se dio en la capital de España. Los amarillos no merecieron perder en ningún caso. No se arrugaron en un escenario de lujo y si alguno actuó como un equipo de escasa entidad fue el rojiblanco, encogido en su propio terreno y con elevadas dosis de anti fútbol. Sólo hay que recordar los últimos minutos en los que se jugó muy poco.
Las cifras del encuentro reflejan con meridiana claridad cuál fue el conjunto que propuso y el que apenas quiso saber nada. Hubo uno mejor que otro aunque sin reflejo en el marcador.
Tuvo mucho mérito el Cádiz CF en su persistente querencia por el balón. Disfrutar de mayor posesión en el campo de un grande es el espejo de su superioridad y deja en muy mal lugar a su oponente. Un 54,3% los visitantes frente a un 45,7% los colchoneros, que expusieron poco argumentos más allá de un par de ataques. Lo fiaron todo a la destrucción ante un rival ubicado en zona de descenso.
Pero hay más. La escuadra de Sergio González firmó más del doble de remates que su contrincante: 14 frente a media docena. La diferencia estuvo en la efectividad: un 33,3% los de casa y un 7,7% los foráneos.
Sólo hubo un equipo que sacó de esquina: el Cádiz CF. Lo hizo en cuatro ocasiones y ninguna los de Diego Simeone.
Y por último, las faltas. El Atlético mostró su poderío no en el juego pero sí a la hora de cortarlo, a veces con entradas muy duras ante la permisividad arbitral. En ese aspecto, en el arbitral, sí se notó cuál era el grande y cuál el pequeño. El cuadro rojiblanco cometió 23 faltas, nueve más que las 14 que hizo un Cádiz CF que, pese a la recopilación de mejores números que su adversario, regresó de vacío.
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