El cambio radical del Cádiz CF

La notable diferencia entre los cuatros primeros partidos de la segunda vuelta y los siguientes

Jairo intenta cabecear el balón en el duelo ante el Eibar.
Jairo intenta cabecear el balón en el duelo ante el Eibar. / Jesús Marín
J.J.N.

15 de marzo 2021 - 12:15

Cádiz/El Cádiz CF da pasos en la buena dirección. El sufrido empate que abrazó en el terreno del Deportivo Alavés el sábado 14 de marzo adquiere un valor que va más allá del punto porque le sirve para mantener la distancias ante un rival directo, al que además gana el goal average particular.

Para el Cádiz CF fue un fin de semana provechoso en el que no ganó ninguno de los equipos que forman parte de pelotón trasero en busca de la permanencia en la máxima categoría del fútbol español (a falta de la cita del Huesca con el Barcelona en el Camp Nou el lunes 15 de marzo). Con 29 puntos enclavado en el 14º puesto, mantiene un colchón de seis sobre la zona de descenso (que abre el cuadro vitoriano).

El conjunto de Álvaro Cervera experimenta una transformación en una segunda vuelta que arrancó con un errático recorrido hasta que consiguió enderezar el rumbo para volver a ser un equipo incómodo para sus rivales. Está en una buena situación para pelear por la salvación.

Hay una clara diferencia entre los cuatro partidos iniciales del segundo periodo del campeonato y los cuatro siguientes. El Cádiz CF comenzó con una secuencia cuatro derrotas consecutivas que hicieron saltar las alarmas no sólo por el hecho perder sino por la forma en que lo hizo, con una goleada tras otra: 3-0 en el estadio del Sevilla, 2-4 ante el Atlético de Madrid, 4-1 frente a la Real Sociedad (con escándalo arbitral) y el 0-4 contra el Athletic de Bilbao que a la postre derivó en un punto de inflexión.

El cuadro gaditano tocó fondo, no en la clasificación pero sí en resultados y sensaciones, en aquel desastroso encuentro ante los leones (antes de la meda hora ya perdía 0-3) y cuando peor estaba resurgió en el escenario a priori menos propicio: el Camp Nou.

El milagroso empate (1-1) en el feudo del Barcelona devolvió al Cádiz CF a su habitual estado natural de solidez. Los azulgranas cuenta por triunfo todos sus partidos de la segunda vuelta salvo el que jugaron contra los amarillos.

Después llegó la derrota por la mínima (0-1) en casa ante el Real Betis en un choque equilibrado, la victoria (1-0) ante el Eibar y la reciente igualada (1-1) en Vitoria.

Nada tienen que ver los cuatro primeros compromisos de la segunda vuelta con los cuatro posteriores. Cero puntos de 12 al principio frente a los cinco de las últimas jornadas. De la oscuridad de la noche a la claridad del día.

¿Por qué ese cambio radical? Los amarillos marcaron el mismo número de goles en las cuatro primeras citas y en las cuatro segundas: tres. En ataque no han cambiado y siguen con los mismos problemas para hacer daño al rival de turno.

La clave radica en la recuperación de la consistencia del sistema defensivo. El Cádiz CF pasó de recibir la friolera cifra de 15 goles en esos cuatro envites del inicio a sólo tres en los cuatro siguientes, es decir, 12 dianas menos. Mejora la maquinaria defensiva, que vuelve a funcionar como en los tiempos más productivos.

Y de esos tres tantos en contra en los últimos cuatro partidos, dos llegaron de penalti (el Barcelona y el Deportivo Alavés acertaron desde los once metros) y uno más nacido en una acción a balón parado, el del Real Betis en Carranza.

El Cádiz CF no cierra la portería del todo pero sí reduce la cuantía de goles recibidos y logra uno de sus objetivos, que es llegar con opciones al final de los partidos y así poder pescar puntos 'in extremis' como en Mendizorroza y el Camp Nou.

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