Tribuna Económica
Joaquín Aurioles
Inventarios de diciembre (4). Desigualdad
Valladolid/El técnico del Real Valladolid, Paulo Pezzolano, pidió el domingo 14 de mayo, tras perder ante el Sevilla (0-3), "que haya unión entre los jugadores, la afición, y todos los que forman parte del club, porque el equipo lo está dando todo y ha sido superior, en la primera parte, a un gran rival que está jugando en Europa". El cuadro pucelano es el próximo rival del Cádiz CF en un duelo trascendental por la permanencia.
Sobre el encuentro ante el Sevilla, dijo que "en la primera mitad el Real Valladolid fue superior, pudo marcar, ya que se dieron ocasiones claras de gol, pero la jugada del tanto anulado a Escudero antes del descanso marcó un antes y un después".
"Pido disculpas por lo que pasó. Pero resulta muy difícil gestionar la tristeza y la frustración que se adueñó del equipo en el descanso, ya que a nadie le había pasado esto, y mi objetivo fue tratar de que se olvidaran de ello y empezaran de cero en la segunda mitad", explicó sobre el gol invalidado justo cuando el árbitro pitó el final de la primera parte.
Precisamente, fue debido a ese intento por "recuperar anímicamente" a los jugadores, por lo que estos saltaron más tarde al terreno de juego "no como señal de protesta ni nada parecido", pero reconoció que el equipo "entró mal y encima llegó pronto el primer gol del Sevilla".
Tal y como comentó, el equipo estaba "indignado y triste" porque los errores arbitrales "están costando mucho" y, aunque el colegiado le pidió perdón y admitió el error, según confirmó, no hubo forma de que los jugadores olvidaran lo acontecido.
Respecto a las bajas de El Yamiq, Machis y Joaquín el pasado domingo, indicó que "a última hora El Yamiq sufrió molestias, mientras que los otros dos jugadores aun no estaban al cien por cien y era mejor no arriesgar y dejarlos para otro encuentro", de ahí que salieran de inicio David Torres y Lucas Rosa.
"Me quedo con ese primer tiempo. E insisto en que es difícil de digerir y manejar el momento y, luego con el gol, empiezas a ver fantasmas y todo se complica", añadió, al tiempo que señaló que no quiere que el club se queje públicamente "porque ya hace bien su trabajo de puertas para adentro".
"Lo único que pido a la afición y a todos es unión, porque son los últimos partidos y hay que apoyar a los jugadores, que están dando la vida. Que se queden con el primer tiempo, porque no es fácil controlar el ánimo", afirmó el técnico antes de referirse al envite ante el Cádiz CF.
"Hay que sacar esto adelante. En Cádiz va a ser una guerra y hay que traer los tres puntos", agregó. También, cuestionado por la tarjeta roja que se debió mostrar al defensor del Sevilla, al ser el último y derribar a Larin, simplemente apuntó que "también se ha valorado".
Por último, en cuanto al debut de Tunde expuso que "es un jugador muy interesante, que busca el espacio y es rápido" y que le gusta "subir a gente joven" porque les ve en los entrenamientos y "se merecen una oportunidad".
Para concluir, recordó que "quedan cuatro jornadas, con enfrentamientos directos, por lo que hay que hacerse responsable", ya que siguen dependiendo de ellos mismos y por eso "hay que ir a Cádiz a por los tres puntos. Va a ser un mata mata, y hay que dar el máximo hasta el último minuto".
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