El crédito de Paco López como entrenador del Cádiz CF está agotado

El Cádiz CF es ya, tal y como refleja la clasificación, el tercer peor equipo de Segunda División. Si la normativa recoge que al acabar la competición descienden los cuatro últimos, ya se sabe al lugar que lleva la temporada que está realizando uno de los tres descendidos de Primera la campaña pasada. Eibar, el partido en Ipurua, se ha convertido en la enésima prueba del nivel que está mostrando el equipo amarillo. Sólo dos victorias en once jornadas, con cinco encuentros en los que cayó derrotado, es la realidad de un Cádiz CF que tiene sobre la mesa una situación muy complicada, empezando por su entrenador, un Paco López que tiene el crédito casi agotado.

Lo triste de la jornada de entresemana es que el conjunto vasco hizo lo justo para ganar. Defender con cierto orden y aprovechar una de sus llegadas fue suficiente para quedarse con los tres puntos sin sufrir. Y es que el equipo de Paco López fue un catálogo de lo que no se debe hacer para ganar un partido. Todo lo que se puede hacer mal, lo hizo, y, además, se movió en un nivel de tanta mediocridad que queda comprobado que da igual que jueguen a los que llaman buenos o los otros.

La cuerda en el fútbol ya se sabe por el lugar que siempre se rompe y esta vez no va a ser menos. Nunca sabremos cuándo y dónde, pero la lógica y la responsabilidad obligan a los dirigentes a tener ya atado a un posible sustituto porque las esperanzas son mínimas de que un Cádiz CF prácticamente muerto vuelva a la vida. Paco López va a disponer de otra 'bala' por el simple hecho de que sólo hay dos días para preparar el partido ante el Oviedo (sábado 26 de octubre a las 16:15 horas), después de perder este pasado miércoles en Eibar. Con una semana larga, el entrenador valenciano posiblemente ya habría dicho adiós

En Ipurua salió el equipo B y ni siquiera por aquello de la motivación se vio un Cádiz CF diferente. Jugadores que debutaban y otros con escasas oportunidades debieron mostrar otra alegría, ganas e ímpetu. Sin embargo, el Cádiz CF más cadavérico dejó eso mismo en Eibar, la cara de un equipo con las orejas hacia abajo, que no sabe a qué juega, sin argumentos para competir y acumulando errores individuales y colectivos que dejan sobre la mesa un equipo muy débil de cuerpo y alma. La sensación es que no es cosa sólo de un psicólogo.

El Cádiz CF de Paco López no da con la tecla para defender y atacar, y la mejor prueba de ello es la elevada cifra de goles en contra y lo que le cuesta llegar con peligro y hacer gol. Si existiera esa carencia ofensiva pero el menos el equipo fuera fiable en defensa, posiblemente algunas de las derrotas hubieran sido empates, con un escenario menos dramático que el actual.

Eibar ha dictado sentencia a un equipo casi muerto, que parece incapaz de reaccionar, que deja estampas que recuerdan al penoso curso pasado con jugadores discutiendo de malas maneras en el banquillo y que sigue en caída libre dentro de las posiciones de descenso. A buen seguro que ya haya sustituto en la sombra a la espera de lo que suceda ante el Oviedo. Un partido en el que regresará la versión A, los teóricos titulares, que ha dado la misma mala imagen que los teóricos suplentes. Y es que se trata de un problema colectivo por culpa de todos, empezando por los dirigentes.