Crisis del Cádiz CF: números que asustan y entrenador con el crédito agotado
El conjunto amarillo se hunde con el paso de las semanas
El técnico no consigue que el equipo funcione
La afición del Cádiz CF no puede más y estalla contra todos
El Cádiz CF se adentra en una espiral negativa que convierte en crónica una crisis en la que se instala de manera permanente desde la pasada temporada. Si no tenía suficiente con la horrible campaña que le llevó a despeñarse hasta regresar a Segunda División, ahora sufre una constante pesadilla que no tiene fin. La mala dinámica de momento no tiene fecha de caducidad y la planificación del club está en cuestión.
La derrota (0-1) ante el Racing de Santander en el estadio Nuevo Mirandilla el pasado domingo 20 de octubre colmó la paciencia de una parte de la afición que estalló contra los jugadores y la presidencia. La hinchada dijo basta pero poco puede hacer más que protestar mientras ve cómo su equipo se desangra sin que nadie cure una herida que no hace sino agrandarse.
La trayectoria del Cádiz CF no puede ser más aterradora. Sólo dos victorias en diez jornadas de Liga, el doble de derrotas (cuatro) y un póquer de empates para un total de 10 puntos de 30. Ha dejado escapar dos tercios de los puntos (20) y la consecuencia es su caída a la zona de descenso (la 19ª posición) mientras las plazas de ascenso empiezan a quedar lejos. Un desastre en toda regla.
El conjunto amarillo no sólo no reacciona sino que va a menos con el paso de las semanas. Para colmo, acumula la friolera de seis encuentros seguidos sin vencer en casa, donde sólo ha sido capaz de anotarse tres puntos de 18 (han volado 15). Es el local el más goleado del campeonato con 11 tantos en contra. Nunca se había visto nada igual.
La durísima realidad es que el equipo no funciona después de una decena de capítulos. Nadie sabe a qué juegan unos futbolistas que se creen que forman parte de la élite pero van camino de Primera Federación (Segunda B). No son capaces de sacar adelante los partidos y no por falta de experiencia. Es difícil pensar que jugadores que no servían para la máxima categoría tampoco sean útiles para la división de plata.
La pregunta es qué está pasando en el vestuario. ¿Apoyan realmente los jugadores al entrenador? ¿Creen en su sistema? El rendimiento sobre el césped deja mucho que desear en líneas generales. Cuando un equipo no da la talla en el campo una y otra vez surge la duda de si hay mar de fondo. ¿Cómo se puede explicar el nefasto inicio de la segunda parte con una pasividad impropia de profesionales?
El complicado presente coloca a Paco López contra las cuerdas. Los técnicos viven de los resultados y es complejo asimilar que un recién llegado de Primera ocupe puestos de descenso con una pobre imagen que invita a la preocupación.
Los futbolistas no están a la altura y el entrenador sigue sin dar con la tecla mientras el ambiente se hace cada vez más irrespirable. La gente sólo quiere ver ganar a su equipo y no asistir a su progresivo hundimiento sin nadie que lo remedie. Los resultados no acompañan y el banquillo se vuelve inestable para su inquilino. Paco López se queda sin crédito y se la juega en una semana crucial con dos compromisos ligueros. Perder en el campo del Eibar el miércoles 23 (19:00 horas) y fracasar de nuevo en casa frente al Real Oviedo el sábado 26 (16:15) derivaría en una situación del todo insoportable. Esto sólo se arregla con victorias y la inmediata salida de la zona de descenso.
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