La crisis del Cádiz CF: cuando el problema no es el entrenador
El equipo no termina de dar un paso al frente con el nuevo técnico
La crisis del Cádiz CF: el efecto Pellegrino se diluye
Domingo de incertidumbre para el Cádiz CF: juegan sus rivales directos por la permanencia
El Cádiz CF arrancó la temporada 2023-24 como un tiro. De hecho, fue su mejor comienzo desde el último ascenso a la máxima categoría con aquellos siete puntos de doce en las cuatro jornadas iniciales que supusieron un baño de optimismo e hicieron pensar en una campaña de relativa tranquilidad.
A partir de ahí, la situación empezó a torcerse semana a semana y el deterioro llegó a tal extremo que el club adoptó la decisión traumática de destituir a Sergio González tras la derrota (1-0) en el terreno del Deportivo Alavés, rival directo en la pugna por la continuidad en la élite. Mendizorroza fue donde el hasta entonces entrenador logró su primera salvación al frente de los amarillos y la donde, capricho del destino, acabó su etapa de dos años en el banquillo (entre enero de 2022 y 2024).
La nefasta racha de resultados (17 encuentros de Liga consecutivos sin ganar) y tres jornadas seguidas en zona de descenso condenaron a Sergio González y propició el aterrizaje de emergencia de Mauricio Pellegrino con la misión de reflotar una nave a la deriva.
El actual técnico llegó como una nueva medicina que al principio reanimó a un equipo enfermo que, tras una tímida reacción cuando dejó la portería a cero, sufre una recaída y no termina de levantar cabeza. Dos empates y una derrota, traducidos en dos puntos de nueve (sin un solo gol a favor), es el balance inicial del argentino. La vida sigue igual y el número de encuentros sin triunfo alcanza la veintena.
El entrenador tiene mucho trabajo por delante para intentar enderezar el rumbo de un Cádiz CF atascado en la 18ª posición. Pero un técnico no hace milagros. Si el equipo no respondió con el anterior y tampoco lo hace ahora con su relevo, el problema no está en el inquilino del banquillo sino en los que saltan al césped.
Son los futbolistas los que están llamados a conseguir el objetivo. Son los principales protagonistas para lo bueno y para lo malo. Otra cuestión es si la elaboración de la plantilla es la idónea para el mínimo exigible de habitar por encima de las tres últimas plazas. Las dudas parecen estar lejos de quedar disipadas. El plantel no tiene apariencia de ser mejor después de un mercado de invierno que se desarrolló con el equipo ya en descenso. No son pocos los jugadores que están por debajo de su supuesto nivel.
El entrenador dirige las sesiones diarias, decide la táctica y confecciona las alineaciones. Lo demás, lo más relevante, corresponde a los jugadores. Son los que deben estar concentrados, no cometer errores groseros, acertar el remate... A la vista está que no dan a talla sobre el verde ni antes ni ahora. No saben ganar y, después de 24 jornadas, demuestran que son más de Segunda División que de Primera. Eso sí, aún están a tiempo de revertir la situación mientras la afición sufre lo indecible.
Las carencias en ataque no desaparecen con el nuevo técnico. El equipo no funciona. No parece ser una cuestión de entrenadores sino un problema estructural de un conjunto al que le cuesta un mundo generar peligro en el área contraria. Con sólo 15 goles en 24envites, es el menor anotador del campeonato. Sin goles, sin victorias, no hay salvación.
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