El Cádiz CF, perdido en la Catedral (3-0)

El Cádiz CF cayó con toda justicia ante el Athletic de Bilbao en su segunda visita de la temporada pese a que resistió 65 minutos con empate a cero. Fue barrido de principio a fin y se mostró como un equipo pequeño, sin norte lejos de casa.

El conjunto amarillo se mantuvo más de una hora con vida acompañado por la suerte y la falta de acierto de un Athletic que en cuanto afinó la puntería se escapó en el marcador. La única buena noticia fue el buen hacer de Robert Navarro en sus primeros minutos como cadista.

Sergio González no dio lugar a la sorpresa con su habitual 4-4-2 en un once continuista y la única novedad de la primera titularidad de Rubén Sobrino en lugar de Darwin Machís, en el banquillo recién llegado de Venezuela.

El guión esperado marcó el desarrollo de los compases iniciales. Los locales apretaron de lo lindo con una presión alta pero los visitantes no tardaron en asomar la patita a la contra a modo de aviso que en realidad fue una acción aislada.

El balón se movió sobre todo en la parcela cadista no sólo por el dominio de los rojiblancos sino por la cadena de errores en la salida del esférico. Los amarillos acumularon fallos con la pelota y sin ella se metieron muy atrás con el propósito de tapar espacios. Así durante una primera parte en la que recibió dos remates al larguero.

La posición de Iván Alejo (derecha) y Sobrino (izquierda) casi como dos laterales más resume el afán defensivo de un equipo más cómodo sin balón que con él, cada vez más encerrado alrededor de su área a merced de un rival intenso aunque sin clarividencia en los últimos metros.

Unos y otros ofrecieron un recital de errores en los pases en un duelo de escasa calidad y con el Athletic en constante acecho. La mejor noticia para los foráneos fue alcanzar el ecuador del primer acto con el marcador inalterado, con escasas ideas pero sin haber concedido una ocasión.

Conan Ledesma no tuvo que intervenir hasta el minuto 24 para atrapar el cuero tras un cabezazo de Guruzeta tras una falta mal defendida por la zaga. El propio Guruzeta asustó poco después con un testarazo que llevó el balón no muy lejos de la portería.

Los de casa pisaron el acelerador en busca de un tanto antes del intermedio. El Cádiz CF se libró de milagro en el 27 cuando Sancet, en boca de gol, envió el esférico de cabeza al larguero en una oportunidad clarísima fiel reflejo de la superioridad de un Athletic que vivió en el campo visitante.

Los gaditanos no existieron en ataque incapaces de dar dos pases seguidos. Tuvieron suerte de la falta de acierto de los locales en el remate. En el 36, el balón cerca de la portería tras un derechazo de Álex Berenguer desde la frontal del área.

Las dudas también aparecieron en defensa y el larguero se convirtió en el mejor aliado de los amarillos. Javi Hernández mostró su cara más blanda y facilitó una nueva ocasión de los locales en el 42 cuando Sancet disparó a la madera con todo a su favor dentro del área y en la continuación de la jugada Ledesma evitó el gol tras el disparo de Berenguer.

La fortuna permitió al Cádiz CF llegar al descanso con un empate a cero que en ese momento era oro molido. No lo mereció pero el fútbol le dio la oportunidad de enmendarse en la reanudación. Estaba obligado a mejorar ante el creciente empuje de los leones.

Nada cambió tras el nuevo pitido inicial. El dominio de los rojiblancos fue apabullante ante un visitante sin saber muy bien qué hacer más allá de tratar de capear el temporal sin dar la sensación de seguridad.

Lo peor es que ningún jugador visitante sabía qué hacer cuando tenía el cuero, que en poco segundos pasaba al bando contrario. Todo estaba a expensas de la defensa sin una sola jugada en ataque que llevarse a la boca.

Mientras, el Athletic rozaba el gol. En el 58, Ledesma repelió el balón tras un disparo de Sancet e Iza Carcelén o despejó en la línea de portería tras un remate de Guruzeta. El panorama era bastante feo y Sergio González hizo tres sustituciones de una tacada antes de la hora de partido. Dio la alternativa a Robert Navarro y dio entrada a Machís y Maxi Gómez.

Nada más saltar al césped, el debutante Navarro generó la primera ocasión del Cádiz CF con una jugada de calidad y un centro perfecto que Maxi Gómez no aprovechó en una buena situación dentro del área con un flojo remate a las manos de Unai Simón.

Con los cambios, el técnico quería mantener la frescura en la estructura defensiva y algo de chispa en labores ofensivas. Pero todo se fue al traste en un par de minutos, entre el 66 y el 68, cuando el Athletic marcó dos goles con los que finiquitó el encuentro.

Los dos tantos no se hubiese producido sin los despropósitos de los amarillos. En el 66, Machís dejó que De Marcos se internase por su banda, Ledesma se vio superado por el esférico en una pésima salida y Guruzeta, libre de marca, empujó con la testa a puerta vacía.

Sin tiempo para masticar el 1-0, el Cádiz CF se topó con el segundo tanto en contra en el 68 tras un tremendo error de Escalante en un despeje que transformó en un centro a Villalibre, que no perdonó con la cabeza solo delante de la portería.

Ahí se acabó la historia. Robert Navarro demostró sus cualidades y lideró el intentó de reacción, pero la realidad es que el los anfitriones tuvieron opciones de ampliar la ventaja.

En el 73, Javi Hernández estuvo cerca de acortar distancias con un libre directo bien dirigido que abordó Una Simón. En el 75 y el 76, Ledesma evitó dos veces el tanto de Iñaki Williams.

Nasa sucedió en la recta final hasta que en el 90, la pasividad de la zaga cadista derivó en el 3-0. Villalibre se anticipó en el salto a Luis Hernández e Iñaki Williams le ganó el espacio a Javi Hernández para cruzar con suavidad en el mano a mano con Ledesma.

Con todo más que decidido, un par de ocasiones del Cádiz CF con las que intentó maquillar el resultado. En el 92, paradón de Unai Simón tras un latigazo de Iza Carcelén. En el 94, nueva intervención de mérito del arquero tras un zurdazo de Negredo.