El Cádiz CF resucita en la Catedral (0-1)

El equipo amarillo domestica a los leones y se lleva un merecido triunfo

Jonsson y Espino ante Sancet en San Mamés. / Luis Tejido/Efe

El Cádiz CF resurge en uno de los campos más complicados. Cuando peor lo tenía, después de siete jornadas seguidas sin ganar, se reconcilió con la victoria en un escenario de lujo. Bastó con un gol madrugador de Salvi para celebrar por fin un éxito que se resistía. 0-1, tres puntos y una sobredosis de tranquilidad en el parón liguero. El mismo resultado que la pasada temporada.

La victoria la fabricó el conjunto amarillo con sus pilares básicos. El principal, la portería a cero. A partir de ahí, todo lo demás. Generosidad en el esfuerzo, orden milimétrico y un premio más que merecido. No es fácil domesticar a los leones en su feudo, pero el Cádiz CF lo hizo todo bien, en especial en una primera parte modélica. Se jugó a lo que quiso el cuadro visitante.

El triunfo permite a los gaditanos salir del descenso a la espera del desarrollo de la jornada. Con 12 puntos en el bolsillo, toma oxígeno y a poco que falle un rival directo se irá al parón fuera de los tres puestos más bajos de la clasificación.

Como es habitual en los últimos tiempos, el Cádiz CF arrancó con buen tono. La cuestión era si iba a tener continuidad.

El comienzo fue tan inesperado como arrollador, con los visitantes al mando de las operaciones y continuas llegadas al área contraria. Alberto Perea provocó la primera intervención de Unai Simón con un tiro lejano en el minuto 3 a modo de aviso de lo que se avecinaba.

Y es que en la siguiente aproximación peligrosa, en el 6, llegó el 0-1. Un golpetazo en toda regla. Choco Lozano controló el balón dentro del área, se cayó al suelo pero apareció Salvi para soltar un derechazo con poco ángulo, el cuero tropezó en Lekue y despistó a Simón, que lo tocó con una pierna pero se lo comió y facilitó el 0-1.

El sanluqueño, que había recuperado la titularidad, estrenó su casillero goleador esta temporada con un madrugador tanto que recompensó el prometedor inicio de un equipo que salió sin complejos.

El Athletic se vio sorprendido por la intensidad, la valentía y la disciplina de un Cádiz CF que jugó como suele hacerlo, protegido en su parcela, con pases largos y el acelerador activado a la contra.

No sufrieron los amarillos en la primera media hora gracias a su eficaz entramado. Se defendieron con orden, sin hacer concesiones y, sobre todo, sin dejar de mirar la otra portería, con jerarquía de Álex Fernández y Jonsson en el centro del campo.

Todo salía a pedir de boca, aunque con mucho tiempo aún por delante. Más cerca estuvo el 0-2 antes del descanso que el empate. Los locales llegaban poco y los visitantes daban la sensación de poder golpear de nuevo. En el 32, Alberto Perea perdonó el segundo dentro del área cuando estaba solo frente a la portería, pero su disparo le salió muy centrado y el esférico acabó en las manos de Unai Simón.

El arquero vasco volvió a sostener a su equipo cuatro minutos más tarde al detener el cuero tras un testarazo de Choco Lozano.

El intermedio irrumpió no sin antes de que la parroquia local reclamase de penalti por empujón de Haroyan sobre Sancet dentro del área. Hubo contacto pero no con la suficiente fuerza como para que el colegiado decretase pena máxima.

El Cádiz CF se fue al vestuario con una ventaja mínima que hizo justicia. Fue mejor en los 45 minutos iniciales como bloque y en las individualidades en todas las líneas.

La quedaba la papeleta más complicada al conjunto gaditano en la reanudación. Lo previsible era un tsunami ofensivo del Athletic en busca de la remontada. Iván Chapela tomó el relevo de Salvi, con con molestias en una mandíbula tras una duda caída en la primera mitad.

Y sucedió lo que se esperaba. Apretaron de lo lindo los de casa y el Cádiz CF no se arrugó. Se metieron atrás los de Álvaro Cervera pero de salida sin renunciar a cruzar la línea central. Con centros aéreos al área fue como más intimidaron Muniain y compañía.

El paso del tiempo no hizo sino incrementar el asedio de los leones frente a la muralla amarilla, ya con Arzamendia sobre el césped en el costado izquierdo delante de Espino y después en la derecha.

Las intentonas de los rojiblancos terminaban con disparos desviados o intervenciones de Ledesma mientras los amarillos apenas lograban montar una contra. No tiraban a puerta. Momentos de apuros pero con el reloj como aliado.

Ledesma evitó el empate en el 67 tras un cabezazo de Núñez a la salida de un saque de esquina. Un serio aviso antes de Iza Carcelén se marchase lesionado y entrase Akapo a la vez que Fali (por Lozano), ubicado en la media para formar trivote con Sobrino como único punta hasta que Jonsson dejó su sitio a Negredo.

Apuesta por la defensa a ultranza en la recta final del partido. El equipo muy atrás, sin dejar espacios, en constante alerta, con la intención de que nada sucediese y pasasen los minutos. Ledesma (en el 78), repelió el balón tras un zapatazo de Serrano en una clara ocasión de los locales, que tocaron a rebato en los instantes finales.

El arreón del Athletic era constante y llegaron los momentos de sufrimiento, con el partido reducido a media parcela, con todo el esfuerzo en defender. Éxito, victoria, respiro... hasta el día 21 que vuelve la Liga.

Ficha técnica

Athletic: Unai Simón, Lekue, Núñez, Yeray, Balenziaga, Dani García, Vesga (Raúl García, 57'), Sancet (Morcillo, 88'), Berenguer (Nico Williams, 46'), Muniain (Serrano, 76') e Iñaki Williams.

Cádiz CF: Ledesma, Iza Carcelén (Akapo, 70'), Haroyan, Cala, Espino, Jonsson (Negredo, 83'), Álex Fernández, Salvi (Chapela, 46'), Alberto Perea (Arzamendia, 62'), Sobrino y Lozano (Fali, 70').

Gol: 0-1 (6') Salvi.

Árbitro: Jaime Latre (aragonés). Amonestó a los locales Yeray (26'), Morcillo (65') y Nico Williams (92'), y al visitante Haroyan (85')

Incidencias: Partido de la 13ª jornada disputado en el estadio de San Mamés ante 37.500 espectadores.

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