Un gran Cádiz CF pasa por encima del Villarreal (3-1)

Cádiz/El Cádiz CF arrancó el mes de septiembre con esplendor. Pasó por encima del Villarreal para anotarse una merecida victoria (3-1) que incluyó la remontada de un tempranero gol en contra que fue borrado de un plumazo.

Le salió perfecto el planteamiento al conjunto anfitrión, que asfixió a su contrincante con una presión aplastante basada en un enorme derroche físico. El Cádiz CF ganó con absoluta eficacia: cuatro tiros a puerta y tres goles. Esta vez sí supo manejarse con un jugador más durante más de una hora. Fue mejor que su rival.

El triunfo le permite acreditar una cuenta de 7 puntos de los 12 disputados con la que se va al parón liguero. Puntos y buenas sensaciones.

Sergio González quedó satisfecho con el trabajo de los once jugadores que salieron ante el Almería porque repitió alineación y dejó a Maxi Gómez en el banquillo. No hay prisas con el que se espera que sea el delantero de referencia.

Los de casa lucieron el amarillo por el rojo los visitantes para evitar la coincidencia de colores en el duelo entre submarinos que fue vibrante desde el principio. Goles, piques, expulsión, lesión...

Arrancaron valientes los locales hasta el punto de discutir la posesión de balón a un equipo que si por algo se caracteriza es por su apuesta por la pelota.

Chris Ramos casi marcó de cabeza tras un saque de banda de Luis Hernández en el minuto 5. Avisó el Cádiz CF a balón parado, su principal argumento ofensivo en los albores de la temporada.

El buen comienzo no sirvió de nada. Las buenas sensaciones quedaron solapadas por un error de bulto que están prohibidos para poder optar a un resultado positivo. En el 9, una cesión de balón de Iza Carcelén a Conan Ledesma se quedó a mitad de camino y Sorloth aprovechó el regalo para regatear al arquero y marcar a puerta vacía para poner el 0-1.

El Villarreal no necesitó hacer nada para verse por delante en el marcador. Un error de patio de colegio del portuense puso el choque cuesta arriba muy pronto frente a un adversario de calado.

Lejos de venirse abajo, el cuadro amarillo reaccionó con celeridad. Siguió apretando arriba y antes de la media hora ya ganaba 2-1. Una remontada más que merecida forjada sobre una presión asfixiante en campo contrario. La instrucción parecía clara: no dejar sacar el balón al oponente.

En el 17, tras un saque de esquina, Machis centró al interior del área, Jorgensen repelió el cuero tras un derechazo de Rubén Alcaraz y Chris Ramos, más listo que nadie, empujó en boca de gol al fondo de la red. El gaditano se estrenó este curso y marcó su primer gol como cadista en casa.

El 1-1 premió la persistencia de un equipo lanzado que poco después (en el 21) vio cómo su rival se quedó con un jugador menos por la justa expulsión de Pedraza tras propina un cabezazo en la cara a Iván Alejo.

Con uno más, el Cádiz CF se desmelenó del todo y en el 29 cobró ventaja con un penalti mérito de Chris Ramos, un guerrero incombustible. Un pase largo del director de orquesta Rubén Alcaraz que parecía condenado a la nada lo exprimió al máximo el delantero al aprovechar una indecisión entre Cuenca y Jorgensen para llegar al balón antes y ser derribado dentro del área por el portero.

El penalti, incuestionable, lo transformó Machís después de una conversación con Alcaraz para decidir quién lo tiraba. El 2-1 reflejó la valentía de los locales y dibujó un escenario idílico. En el 32, Machís repitió diana pero el tanto fue anulado de manera correcta porque el balón había rebotado en un remate anterior en Roger Martí, en claro fuera de juego.

El Cádiz CF ofreció momentos brillantes, crecido por las circunstancias aunque con preocupantes síntomas de inseguridad atrás. En el 34, Iza Carcelén se redimió de su fallo inicial al abortar 'in extremis' un remate de Yeremi Pino, que se había plantado solo en el área tras una indecisión de Luis Hernández.

En el alargue (hasta 9 minutos de añadido en la primera parte), Javi Hernández arregló el fallo en la salida de Ledesma y evitó a lo justo que Morales lograse el empate a puerta vacía.

Las dos llegadas peligrosas del Villarreal fueron avisos del sufrimiento por el que podían pasar los amarillos en la reanudación si no se hacían fuertes en defensa.

La tensión sobre el césped se trasladó al tránsito hacia los vestuarios al descanso y fueron expulsados Quique Setién, técnico del cuadro castellonense, y Lolo Bocardo, entrenador de porteros cadista.

Los de casa trataron de mantener la presión alta en la segunda mitad aunque los visitantes dieron un paso al frente obligados por las circunstancias. Una buena parada de Ledesma a tiro de Álex Baena (aunque en fuera de juego) fue el anuncio de los rojillos poco antes de que Machís sofocase el intento de rebelión con un golazo marca de la casa. Ya había marcado alguno parecido en su anterior estancia en el Nuevo Mirandilla.

En el 50, el venezolano avanzó en diagonal por la banda izquierda y cuando llegó a la frontal del área soltó un cañonazo raso, el balón fue directo a un poste y se coló en la portería. Imparable. Un golazo que llevó la euforia a la grada.

Con 3-1 y un jugador más, el Cádiz CF tenía el partido en el bolsillo pero le faltaba por superar la prueba de madurez que no pasó ante el Almería. Es decir, saber conservar la ventaja, que este caso era de dos goles.

A ello se puso un equipo que no dejó de apretar arriba cuando y se replegó con rapidez. En el 70, Ledesma atrapó el cuero con solvencia tras un testarazo de Foyth.

El reloj corrió a favor de los intereses de un Cádiz CF que, pasado el tiempo, se metió atrás para protegerse, dejar pasar los minutos y tratar de sorprender a la contra. Sobrino (algo antes), Álex Fernández y Maxi Gómez salieron para aportar frescura en la recta final.