El Cádiz CF pierde dos puntos fuera de tiempo (1-1)

El Cádiz CF tuvo la victoria en su mano. De hecho, llegó al final con el partido ganado, pero el colegiado De Burgos Bengoetxea se pasó tres pueblos al dar ocho minutos de alargue y además permitir que se jugase más allá del 98. Inexplicable. Nunca debió producirse la última jugada. Pasado medio minuto del tiempo establecido, un penalti impidió el triunfo y abocó a los amarillos a un empate más, el tercero consecutivo. Esa vez 1-1 ante el Girona.

Un punto con sabor a derrota que evita que el Cádiz CF pueda avanzar con paso firme. Una semana más, en zona de descenso. Por juego, la igualada fue justa, pero perder dos puntos en el minuto 101 (cuando se lanzó el penalti) deja una sensación de frustración. No está la situación como para perder dos puntos, y menos frente a un rival directo. Fue un choque de esfuerzo colectivo, sin brillo y con mucho trabajo, con poca clarividencia en ataque más allá del gol de Álex Fernández.

Sergio González apostó de salida por un trivote en modo acordeón con el cumpleañero Álex Fernández (llegó a las 30 primaveras el 15 de octubre) como segunda punta y colaborador en el centro del campo, como tantas veces ha hecho en las últimas temporadas.

El partido fue un toma y daca desde los compases iniciales, con los locales con mayor posesión de balón, como era previsible, y los visitantes ordenados en su terreno, con presión alta en determinados momentos y casi sin presencia en el área contraria. Álvaro Negredo se convirtió en una isla, engullido por los centrales sin que le llegase un pase en condiciones.

Los dos contendientes se afanaron en protegerse, sobre todo los foráneos. De hecho, hubo que esperar 21 minutos para contabilizar el primer remate en dirección a puerta, un inocente cabezazo de Bernardo que llevó el esférico a las manos de Conan Ledesma.

Las ocasiones brillaron por su ausencia. Los amarillos se dedicaron a defender más que a otra cosa, sin ambición cuando tuvieron el balón en su poder, con una circulación excesivamente lenta, muy cómoda para los de casa.

En la recta final de la primera parte llegaron oportunidades, una muy clara por cada bando. En el 35, un remate a bocajarro de Arnau no encontró puerta porque el cuero tropezó en la cabeza salvadora Espino.

En la siguiente jugada, en el 36, Sobrino se quedó completamente solo con el balón con metros por delante para correr para plantarse sin oposición delante de Juan Carlos. Rubén Alcaraz le había servido un pase largo en un contragolpe de manual y Javi Hernández había fallado en el despeje, pero a la hora de la verdad también erró Sobrino, lento para controlar la pelota y con un disparo raso fácil para el guardameta cuando tenía toda la portería para él. La eficacia que tuvo el atacante para ayudar en defensa por el costado izquierdo desapareció a la hora de la definición.

El Cádiz CF perdió una ocasión de oro de inaugurar el marcador en su único tiro a puerta en toda la primera mitad. Iba a ser harto complicado disfrutar una tan clara como esa en la segunda mitad.

El cuadro gaditano destacó en labores de destrucción aunque sin mordiente arriba en el primer periodo. Más allá de la clarísima ocasión de Sobrino, no hizo nada del centro del campo adelante.

El segundo acto no pudo arrancar mejor para el Cádiz CF. En la primer llegada, en el minuto 46, esta vez sí dio en la diana. Iván Alejo centró al área, Negredo se anticipó a Bernardo para llevarse el balón y servir atrás justo antes de que se perdiese por la línea de fondo. En boca de gol irrumpió Álex Fernández para rematar no demasiado bien pero suficiente para que el balón se colase en la portería. 0-1.

Los locales tocaron a rebato. Fueron con todo arriba y dejaron espacios atrás y aumentaron las opciones goles en ambas escuadras. En el 48, Ledesma, repelió el cuero tras un zapatazo lejano de Aleix García. En el 48, Negredo rozó el 0-2 con una vaselina de cabeza que no encontró puerta por centímetros.

El madrileño celebró su trigésimo cumpleaños con un oportuno gol que revolucionó el partido. El Girona cambió el guión al quitar un central (de tres a dos) y entrar Stuani. Por los visitantes, Lozano, José Mari y Zaldua por el lesionado Iza Carcelén.

Se sucedieron las ocasiones, pero a los amarillos les faltó colmillo para sentenciar. En el 53, Iván Alejo remató alto tras un saque de banda de Luis Hernández. Los anfitriones apretaron de lo lindo. Tuvieron cerca el empate. En el 57, Ledesma atajó el balón tras un peligroso testarazo de Stuani. Y en el 66 fue el larguero el que salvó a los amarillos tras una potente volea de Castellanos.

El acoso de los catalanes fue en aumento con el paso de los minutos. Un asedio en toda regla respondido con contragolpes esporádicos sin recompensa. El sufrimiento estaba garantizado. En el 73, Juan Cala (debutante esta temporada) se marcó un autogol que suponía el empate a uno, pero el árbitro anuló el tanto por el claro agarrón sufrido por el defensa. Una falta indiscutible cometida por Castellanos.

Los amarillos se defendieron con orden y llegaron a los minutos finales con una renta mínima y sin aprovechar las escasas aproximaciones al área contraria. En el 80, Brian Ocampo no acertó por poco en el remate.

Tuvieron que emplearse a fondo los visitantes ante la oleada sin cuartel de los locales. En el 89, gol anulado a Castellanos por un claro fuera de juego. Ocho minutos de prolongación que fueron eternos. No se perdió tanto tiempo para ese exceso de minutada.

Y ya rebasado el minuto 98, De Burgos Bengoetxea señaló penalti por una patada de Espino a Manu Vallejo dentro del área. El penalti fue claro. Lanzó Stuani en el 101 y puso el empate a uno definitivo.