El parqué
Caídas ligeras
El Cádiz CF se mete en un lío gordo. La permanencia se complica en demasía tras la justa y abultada derrota (3-0) sufrida en el terreno de la Real Sociedad. Sólo tiene dos puntos de ventaja y se queda sin margen de error para seguir dependiendo de sí mismo en las dos últimas jornadas de Liga que se presentan dramáticas.
No tuvo a altura de la importancia del partido un conjunto amarillo que ofreció muy poco, cautivo de la precipitación, blando atrás y sin acierto arriba. Nunca creyó en la posibilidad de puntuar salvo en los compases iniciales.
Muy pobre la imagen de un Cádiz CF con malos síntomas. Nada salió bien y tampoco acompañó la fortuna. El primer gol de la Real no fue fuera de fuego por centímetros y un tanto anulado a Idrissi con 1-0 lo fue por muy poco. Para colmo, un penalti regalado por Tomás Alarcón en la segunda parte acabó con las esperanzas.
Muy entonados arrancaron los visitantes, con una presión alta asfixiante que propició un par de aproximaciones a la portería contraria antes de los cinco minutos iniciales. El dueño del balón fue el más necesitado, sin el más mínimo complejo ante un rival que se vio abocado a meterse atrás.
Como es habitual fuera de casa, Sergio González se valió de un trivote en busca de equilibrio en la medular, con Álex Fernández entre la media y segunda punta.
Los amarillos asumieron riesgos pero el que golpeó primer fue el cuadro local el que golpeó a las primeras de cambio, casi sin hacer nada. En el minuto, David Silva tuvo tiempo de pensar con el cuero muy suelto en tres cuartos y pilló mal situada a la zaga cadista, sirvió con precisión a Sorloth y delantero no perdonó delante del Jeremías Ledesma con un disparo raso con el que alojó el balón en la portería por debajo de las piernas del arquero.
La enorme diferencia de calidad se notó sobre el tapete. De nada le sirvió al Cádiz CF la salida en tromba porque de pronto se vio por debajo en el marcador. El 1-0 fue un duro mazazo y el partido cambió de rumbo.
Pocas veces un gol causó un efecto tan dañino. La Real se hizo con el control de la situación, propietario del esférico y con llegadas al área. En el 27, Ledesma evitó el segundo al atrapar e balón tras un testarazo de Mikel Merino.
Los amarillos pasaron del todo a la nada. Desaparecieron como por arte de magia y David Silva hizo lo que le dio la gana. En el 31, un centro del canario lo cabeceó alto Zubimendi. Y es que el 2-0 anduvo cerca ante un centro del campo visitante en descomposición y una zaga dubitativa.
A la media hora la superioridad del cuadro vasco ya era insultante. Se sucedieron las ocasiones mientras nadie era capaz de detectar a David Silva. Los jugadores del Cádiz CF empezaron a correr como pollos sin cabeza, incapaces de entrar en contacto con el balón, y cuando lo conseguían apenas les duraba un par de segundos.
Cuando peor lo pasaban los gaditanos, un zarpazo a la contra en el 40 acabó con un centro de Sobrino que culminó Idrissi con un derechazo desde la frontal del área con el que coló el balón por la escuadra. Un golazo que sin embargo no subió al marcador por un fuera de juego tan ajustado de Sobrino que desde el VAR tardaron un par de minutos en comunicar al árbitro la posición irregular del atacante. Por una bota.
El último arreón de los amarillos antes del descanso no sirvió de nada. La reacción quedó pendiente para la segunda mitad.
La reanudación fue un calco del comienzo del encuentro. Presión arriba, robo y alguna ocasión y tres saques es de esquina estériles. En el 49, el cuero se escapó junto a un poste tras un tiro de Álex Fernández desde el balcón del área.
Pero una vez más de nada valió tanto empuje porque la primera llegada de la Real al área se convirtió en el 2-0. En el 53, Tomás Alarcón zancadilleó a David Silva justo cuando el canario entraba en el área y el penalti, claro, lo transformó Januzaj. Error del chileno al meter la pierna a destiempo.
Con el partido casi perdido, el preparador cadista tocó a rebato con tres sustituciones con media hora por delante: Choco Lozano, Rubén Alcaraz e Iván Alejo. El vallisoletano apenas duró diez minutos al sufrir un esguince de tobillo tras una dura entrada de Diego Rico.
Con tres delanteros buscó la remontada que parecía imposible. En el 67, un tiro casi sin ángulo de Lozano lo repelió Remiro. No paró de intentarlo un Cádiz CF impotente, persistente en el último cuarto de hora ya con Negredo sobre el césped.
Pero no hubo manera, sin liderazgo sobre el césped, sin ideas en ataque, sin centrar al área en los saques de esquina, con frecuentes fueras de juego. En el 85, una volea de Álex Fernández cerca de la portería no dio en la diana. Y en el 89, Ledesma evitó el 3-0 al ganar el mano a mano con Sorloth.
En el 96, con todo decidido, otro penalti de claro, esta vez de Víctor Chust sobre Portu. Lo lanzó el mismo Portu para poner el definitivo 3-0.
Real Sociedad: Remiro, Gorosabel, Zubeldia (Pacheco, 83'), Elustondo, Diego Rico (Aihen Muñoz, 83'), Zubimendi, Mikel Merino, Rafinha (Guridi, 64'), David Silva, Januzaj (Portu, 77') y Sorloth.
Cádiz CF: Ledesma, Akapo, Luis Hernández, Víctor Chust, Espino, José Mari (Rubén Alcaraz, 60'), Tomás Alarcón (Iván Alejo, 60) (Iza Carcelén, 71'), Álex Fernández, Sobrino (Negredo, 75'), Idrissi (Lozano, 60') y Lucas Pérez.
Goles: 1-0 (18') Sorloth. 2-0 (53') Januzaj, de penalti. 3-0 (96') Portu, de penalti.
Árbitro: Martínez Munuera (valenciano). Amonestó a los locales Rafinha (59'), David Silva (62') y Zubeldia (65'), y al visitante José Mari (3')
Incidencias: Partido de la 36º jornada de Liga disputado en el Reale Arena.
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