Entre debilidades y fortalezas
Cádiz CF | El análisis
El equipo amarillo tiene que convivir con sus carencias en ataque posicional en la recta definitiva de la temporada
Cádiz/No cabe mayor aprendizaje que una derrota a tiempo para tomar conciencia de la dificultad que entraña el desafío del ascenso. El Cádiz CF, que un año más había cumplido el objetivo de la permanencia en marzo, suspendió la primera prueba que examinaba su capacidad para afrontar el reto más ambicioso. No sólo perdió ante un Elche que pugna por otra batalla, la de la salvación, sino que además lo hizo, para mayor pesadumbre, pese a disponer de un futbolista más durante 50 minutos. Ni así marcó un gol que hubiese supuesto un valioso punto. Una oportunidad que se fue al limbo.
La bofetada de realidad que se llevó el equipo amarillo en el Martínez Valero fue consecuencia directa de su inoperancia en ataque tras un error en defensa. Casi no tiró a puerta cuando más lo necesitaba. Tampoco lo hizo el Elche, al que le bastó con un disparo bien dirigido para quedarse con el botín.
Fue un partido con poca miga en ataque. Apenas generaron oportunidades dignas de mención los amarillos cuando el cuadro ilicitana ya estaba con jugador menos. Y eso que Álvaro Cervera desplegó todo su arsenal ofensivo: Darwin Machís, Jairo, Manu Vallejo, Salvi, Aketxe… Todos se estrellaron contra el sólido muro de contención franjiverde en una clara demostración del atasco que sufren los amarillos cuando enfrente se planta un adversario guarecido con orden en su parcela.
El punto frágil del Cádiz CF es el ataque posicional y más todavía cuando va por debajo en el marcador. Con espacios es quizás el mejor el mejor conjunto de la categoría porque la velocidad es una de sus señas de identidad. La cosa cambia de manera radical frente a una defensa superpoblada. Entonces se convierte en un equipo previsible, con evidentes carencias en la elaboración, preocupantes brotes de lentitud y enormes dificultades para poner en apuros al portero.
El atasco en Elche es un ejemplo palpable. De nada sirvió ir con todo, de nada le valió acumular tanta gente arriba si después no consiguió poner el balón entre los palos.
Con esa debilidad tiene que lidiar el Cádiz en su tentativa de ascenso. La cuestión es evitar encontrarse en esa tesitura. Minimizar las deficiencias y potenciar las virtudes. Por eso es tan importante no recibir un gol antes que el rival de turno. El tanto que recibió en Elche fue letal.
La defensa es una prioridad como punto de partida para buscar la victoria. Cuando hay la más mínima concesión, todo se va al traste. Los gaditanos acostumbran a desenvolverse con seguridad pero un error, sólo uno, es sinónimo de condena. Una falta mal defendida se tradujo en el gol del Elche que a la postre resultó definitivo.
Un fallo, una derrota. Así funciona esto. Cuántas veces ha aprovechado el Cádiz una mala decisión del adversario para llevarse la victoria. Es un experto en la materia. El que menos se equivoque en la larga recta final que conduce al mes de junio será que logre el premio gordo.
Las posibilidades se mantienen intactas pese a una derrota que duele tanto como las siete anteriores. El ánimo pervive en una cota elevada porque los gaditanos venían de cuatro triunfos consecutivos que otorgaban cierto margen de error. No hay motivo para el extravío de la tranquilidad y sí para extraer el lado positivo de la derrota. El varapalo baja los humos a quien tenga la osadía de pensar que el Cádiz CF lo va a ganar todo.
Se trata sólo de un partido perdido. Nada más. Sería injusto decir que una vez que los 50 puntos ya están en el bolsillo (sumados los tres pendientes contra el Reus) el equipo empieza a desacelerar la marcha. En Elche lo intentó hasta el final. Hace dos campañas, el Cádiz también cayó la semana después de alcanzar el medio centenar de puntos: 0-1 en casa ante el Tenerife. Y finalizó la Liga en un brillante quinto puesto. En la 2017/18, los amarillos vencieron 0-1 en el campo de la Cultural Leonesa cuando ya acreditaban 50 puntos y acabaron el torneo en el noveno lugar.
El equipo de Cervera tiene defectos pero también fortalezas que si es capaz de exponer en el césped le darán opciones de continuar en la pelea. No vio puerta pero después de enlazar seis jornadas seguidas con al menos un gol marcado en cada partido. No siempre puede haber acierto.
El 1-0 es un golpe pero no baja al Cádiz de la lucha por el ascenso. Continúa en el sexto escalón y depende de sí mismo para sacar el pasaporte del play-off.
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