Pedro M. Espinosa
¿Dónde están los tíos?
Cádiz/Los movimientos en el mercado se suceden a cuentagotas con el Cádiz CF bien atento con el objetivo de reforzar la plantilla de cara a la temporada 2021/22.
La entidad cadista quiere apuntalar todas las líneas, incluida la delantera. Y entre los arietes que están libres hay uno que el martes 1 de junio se despidió de manera definitiva del que ha sido su club en las últimas cuatro temporadas.
Se trata de Ángel Rodríguez. El canario hizo pública una carta con la que dijo adiós al Getafe. A sus 34 años (los cumplió el pasado mes de abril) cambiará de aires. El Cádiz CF se fijo en él hace varios años, cuando militaba en el Real Zaragoza, pero el futbolista eligió al cuadro azulón para jugar en Primera.
Ahora que el ariete está libre y el conjunto gaditano pertenece a la máxima categoría, el interés ha decaído por parte de los amarillos. El entrenador, Álvaro Cervera, habló hace cuatro cuatro años con el jugador, pero a tenor de las manifestaciones que el técnico hizo hace unos días, Ángel Rodríguez ni mucho menos es una prioridad para el Cádiz CF.
Nunca se sabe qué puede pasar en un mercado en el que las cosas cambian de un día para otro, pero el club del estadio Carranza va en una dirección distinta a la del tinerfeño.
Ángel Rodríguez se va del Getafe con 153 partidos en su mochila y una cuenta de 46 goles (un promedio de 11,5 por temporada), de los 36 los marcó en Liga y se quedó a sólo uno de igualar al máximo anotador del Getafe en Primera (Manu del Moral con 37). En su carta de despedida contó que su intención era quedarse en el Getafe.
No hubo acuerdo entre club madrileño y el delantero, que ahora busca destino en otro equipo de Primera o en el extranjero.
La carta de despedida del Getafe de Ángel Rodríguez es la siguiente:
Todo tiene un principio y un final, y el fútbol no iba a ser una excepción. Lo que no sabía era que la etapa que comencé en el verano de 2017, y que ahora llega a su fin, iba a ser una de las más gratificantes de mi carrera deportiva. Encontré un club acogedor, un grupo humano increíble y por eso, en la hora de la despedida, no quiero nombrar a nadie en particular para que cualquiera de las personas que forman la gran familia del Getafe CF se sienta representada en este mi agradecimiento colectivo.
Ha sido una aventura excepcional, en cada abrazo, en cada celebración, pero también en cada derrota, en cada sopapo de lo adversidad tan común y lógica en el deporte, porque siempre nos hemos levantado y eso me ha dado la oportunidad y el privilegio de vivir noches mágicas en la UEL, de cantar goles continentales, de visitar estadios míticos y de poder medirme a rivales históricos como, por ejemplo, el Ajax y el inter de Milán.
Unos recuerdos imborrables que me habría gustado poder incrementar, pero en el fútbol, además de principios y finales, también existen los acuerdos y los desacuerdos y en esta ocasión ha tocado lo segundo. Ahora soy un jugador libre, tanto como que si anteriormente hubiera firmado por cualquier otro club estaba en mi derecho de hacerlo, aunque mí intención inicial era continuar aquí.
No ha sido posible y cuando llega la hora del adiós, sólo me queda una espinita clavada, no poder despedirme directamente de la afición y en el Coliseum, pero la maldita pandemia nos ha robado el color de la grada y lo más importante, infinidad de familiares y amigos que siempre estarán en el recuerdo, como quedará en mi memoria el Getafe CF que ya cuenta con un azulón más. De nuevo un millón de gracias al Getafe CF y a todas las personas que lo componéis por esta magnífica experiencia.
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