Inoportuna desaceleración

Cádiz CF | El análisis

El Cádiz es el equipo que menos puntos suma desde el inicio de 2019 después del Córdoba

El prometedor estreno de Machís, la única buena noticia del Cádiz en Oviedo.
El prometedor estreno de Machís, la única buena noticia del Cádiz en Oviedo.

Cádiz/Corren tiempos de cierta preocupación en el Cádiz CF. Cinco jornadas consecutivas sin vencer son demasiadas en cualquier tramo del campeonato, y más ahora cuando los objetivos de la temporada empiezan a estar en juego para todos. El empate y la derrota son hechos que forman parte de la normalidad de la competición siempre y cuando lleven el aderezo de la victoria. Cuando ésta desaparece es que hay algo que no funciona.

El Cádiz CF está congelado justo cuando comienza la era posmercado invernal después del esfuerzo económico realizado por el club para reforzar la plantilla.

El conjunto gaditano sufre una avería a mitad de camino que frena de manera brusca una trayectoria que no hace mucho parecía imparable. La irregularidad gripa el motor de un equipo que pasa de ser intratable a no ser capaz de arrancar después de un parón navideño nada beneficioso.

Mientras los demás rivales se las apañan para seguir avanzando, el equipo amarillo da pasos tan cortos que empieza a ser superado en la clasificación por otros que sí saben conjugar las tres variables posibles: victoria, empate y derrota.

De la esperanzadora séptima posición a la novena en una clara tendencia decreciente. El reto inmediato pasa por detener una caída que parece no tener fin para poder entrar de nuevo en la batalla que se libra en las alturas.

El varapalo en Oviedo no es sino la confirmación de una crisis de resultados que admite poca discusión números en mano. La escuadra entrenada por Álvaro Cervera sólo ha sumado tres puntos de los últimos 15. Lejos de reaccionar, camina hacia atrás. Ha dejado escapar 12 puntos en sólo un mes. La desaceleración es un hecho.

El comienzo de 2019 no puede ser más nefasto. El Cádiz CF es el único equipo de LaLiga 1|2|3 que no conoce el triunfo en el nuevo año además del Córdoba, hundido en la zona de descenso, ocupante de la penúltima plaza.

Los gaditanos cayeron en El Sadar ante el Osasuna (2-1) en el estreno de enero, igualaron a cero en casa frente al Granada en el cierre de la primera vuelta, firmaron el mismo resultado en Almería en la inauguración de la segunda, empataron con el Mallorca (1-1) en el estadio Carranza y cayeron (2-1) en el Carlos Tartiere el pasado domingo.

En los últimos partidos siempre ocurre algo que impide el avance de un equipo que pierde el oficio

No hay manera de poner en práctica el verbo ganar y sin victorias hay que poco que hacer más allá de tratar de certificar la permanencia lo antes posible para evitar sobresaltos que a nadie se les pasa por la cabeza. El oficio que los amarillos habían mostrado para sacar adelante los partidos desaparece como por arte de magia. El último tiempos siempre ocurre algo que impide optar a los tres puntos: una malísima tarde en Pamplona, un penalti desperdiciado en Almería, expulsiones ante el cuadro balear… Y en Asturias, errores de bulto que ponen en entredicho la fama de consistente de un equipo irreconocible en la faceta destructiva.

El Cádiz CF dio facilidades en la defensa de las acciones a balón parado y regaló con frecuencia el balón cerca de su área. Peor imposible. El Oviedo aprovechó las concesiones de un Cádiz CF bizcochable que además se vino abajo cuando debía dar un paso al frente.

Las opciones de pelear por el premio gordo pasan por la eficacia de un sistema defensivo que se resquebraja por momentos. El equipo se vuelve vulnerable y deja ser incómodo para el oponente. Regalar goles el mayor pecado que puede cometer un Cádiz CF que debe hacer examen de conciencia. O da solución a sus evidentes problemas de inseguridad o está condenado a sufrir un calvario en la larga recta hasta el final de curso.

La recuperación de la solidez es un requisito indispensable para volver a la senda del triunfo. Mientras, el Cádiz CF, con esos escasos tres puntos añadidos a su cuenta, es el segundo peor equipo del torneo en 2019. Las cifras no mienten. Sólo el Córdoba, con un punto, ha sumado menos. El conjunto amarillo es penúltimo de una imaginaria clasificación que contiene las cinco jornadas disputadas en el nuevo año. Salvo uno, todos los contendientes capturan más puntos que un Cádiz CF atascado al que no le llega con plantar cara en cada encuentro. Además de competir, está obligado a ajustar la maquinaria con la corrección de. En definitiva, recobrar la fiabilidad extraviada.

El Osasuna y el Oviedo, con 12 puntos cada uno, son los mejores en el arranque del año.

La dinámica negativa en la que se adentra el equipo amarillo es una herida abierta que sólo se cura con una victoria inaplazable. Le toca hacerlo a domicilio en el campo del Alcorcón. Nada menos.

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