Los desafíos del Cádiz CF en el año 2025

Cádiz/El año 2025 arranca para el Cádiz CF con una sustancial diferencia respecto al comienzo de 2024. Hace justo doce meses, el conjunto amarillo aún disfrutaba de las mieles de la Primera División con el reto de una permanencia que no consiguió después de una tortuosa segunda vuelta en la que no fue capaz de moverse de la 18ª posición.

El cuadro gaditano inicia un nuevo año condicionado por su recorrido en el último tramo de 2024, ya en la categoría de plata. No asimiló nada bien el regreso a Segunda y se estrelló contra la dura realidad que supuso la prolongada estancia en la parte trasera de la clasificación. De estar considerado como uno de los candidatos al ascenso pasó a coquetear sin respiro con el descenso a Primera Federación. Acabó el año y la primera vuelta ubicado en la 18ª plaza, a sólo una del abismo (a dos puntos del Eldense, 19º). Es el único de los tres descendidos que no está metido en la pelea por subir a la élite. El Almería es el líder y el Granada ocupa el séptimo escalón empatado con el inquilino del sexto.

La dinámica negativa provocó un relevo en el banquillo con la salida de Paco López y el aterrizaje de emergencia de Gaizka Garitano. El nuevo entrenador es el encargado de enderezar el rumbo de una nave sin rumbo fijo.

La primera tarea del club nada más comenzar el 2025 es hacer una serie de retoques para tratar de fortalecer una plantilla que ofreció un rendimiento muy por debajo de lo esperado en la mitad inicial del campeonato. Dispone de un mes para definir entradas y salidas de futbolistas con la idea de mejorar las prestaciones en el tramo más importante de la campaña.

Más allá del trabajo necesario para apuntalar determinadas posiciones del plantel, el Cádiz CF afronta un doble desafío el primer semestre del recién inaugurado 2025. El primero y más urgente, abandonar los puestos bajos de la tabla para evitar el sufrimiento que significa vivir sin tregua al filo de la navaja. La temporada se ha complicado de tal manera que ha bastado una sola vuelta para dar un giro radical a la prioridad.

El objetivo preferente pasa a ser la salvación y evitar así la catástrofe que supondría la caída a la tercera división del fútbol nacional. No es posible afrontar otra misión de mayor calado en la actual situación. Sólo si el equipo amarillo es capaz de adentrarse en el sendero de la regularidad (aún no ha logrado enlazar dos victorias consecutivas) podrá pensar de nuevo en aquella ambiciosa meta que se había planteado en los albores del presente curso. Sólo si protagoniza una remontada épica en la segunda vuelta que arranca el domingo 12 de enero (contra el Levante en el estadio Nuevo Mirandilla) estará en condiciones de meterse en la contienda con la que sueñan todos los adversarios.