Un descanso oportuno
Cádiz CF
El parón obligado del próximo fin de semana, por la exclusión liguera del Reus, puede venir bien habida cuenta del mal momento que atraviesan los pupilos de Álvaro Cervera
Cádiz/Pocas veces un descanso puede resultar tan oportuno como el que tendrá el Cádiz el próximo fin de semana en la competición de Segunda División. En contadas ocasiones, de hecho, se goza de la fortuna de disfrutar de un parón que, dadas las circunstancias, difícilmente haga más mal que bien.
El mal momento que atraviesan los amarillos, que encadenan tres jornadas sin conocer la victoria, las dos últimas cediendo empates en el Ramón de Carranza ante rivales en teoría inferiores, caso de Lugo y Córdoba, invita a reflexionar que igual es conveniente frenar para tomar impulso, meditar sobre lo que se está haciendo desde que se alcanzó la barrera psicológica de los 50 puntos y lo que eso representa.
Por extraño que parezca, desde que se obtuvo el triunfo en casa contra el Albacete, el conjunto gaditano se ha desinflado como un globo pinchado. La derrota cosechada en la visita al Martínez Valero de Elche se convirtió a la postre en una seria advertencia de lo que estaba por venir. La consecuencia, obviamente, tiene repercusión directa en lo que se refiere a la tabla clasificatoria y mantiene en el aire la capacidad de los pupilos de Álvaro Cervera para pelear hasta la conclusión de la temporada por alcanzar una de las plazas para la disputa de la fase de ascenso a Primera.
En este escenario, preocupante como mínimo, se presenta el fin de semana en el que correspondía afrontar un largo desplazamiento a tierras catalanas para medirse al Reus. Sin embargo, la exclusión del cuadro tarraconense ha propiciado un giro de 180 grados. De tal magnitud que los cadistas sumarán los tres puntos sin realizar siquiera el viaje.
En efecto, la resolución dictada a finales del pasado mes de enero por el juez de Disciplina Social de LaLiga 1|2|3, respecto al expediente disciplinario 4/2018-19 incoado contra el Reus, acordó la expulsión temporal de tres años del club de las competiciones de fútbol profesional, fijando igualmente una multa económica accesoria de 250.000 euros.
A la luz de la documentación en sus manos, para el juez quedó indudablemente acreditado, mediante las actas de la Comisión Paritaria LaLiga-AFE -y de la Comisión Mixta LaLiga-AFE-, así como mediante informe de auditoría, la comisión de la conducta tipificada en el art. 69.2.b) de los Estatutos Sociales de LaLiga, esto es, el incumplimiento del Reus de los deberes o compromisos adquiridos -en forma del impago de mensualidades del salario- con sus jugadores, con la gravísima consecuencia adicional de que seis de ellos tuvieron que abandonar la entidad. Los hechos probados, que llevan a la comisión de la conducta típica y antijurídica anteriormente señalada, no fueron negados por el propio Reus en su escrito de alegaciones.
Como quiera que la medida inmediata supuso el precipitado adiós de los rojinegros a la competición, en puertas del inicio de la segunda vuelta, se determinó, del mismo modo, que todos los adversarios con los que debieran enfrentarse hasta la conclusión del campeonato pasarían a vencer por 1-0 en esa jornada. Así las cosas, hasta la fecha se han beneficiado ya diez escuadras: Las Palmas, Albacete, Elche, Nástic, Almería, Granada, Tenerife, Lugo, Deportivo y Extremadura. De los equipos que ahora mismo ocupan plaza en la zona noble, los seis primeros puestos, por tanto, hay tres que sumarán sí o sí tres puntos seguro: Osasuna, Málaga y Mallorca.
En cualquier caso, el próximo que verá su cuenta incrementada sin saltar al campo es el Cádiz, que hasta podría dar un salto clasificatorio y regresar a las posiciones de play-off, la sexta en concreto, si el conjunto balear, que saca dos puntos a los de la Tacita de Plata, cae en su visita al Nuevo Arcángel de Córdoba. Un empate del titular de Palma le valdría para no ser rebasado por su mejor goal-average.
Más allá del varapalo deportivo que supuso a principios de año la sanción al Reus, más allá del drama deportivo para los integrantes de una plantilla que peleó con profesionalidad hasta su último aliento (forzó unas heróicas tablas con el Numancia justo antes de su exclusión) y que irremediablemente pasó a desintegrarse al fichar muchos de sus futbolistas por otros clubes de la misma categoría, como el caso de David Querol con el Cádiz, lo único cierto a día de hoy es que la 32ª jornada del torneo doméstico se presenta para los amarillos como un oasis en pleno desierto. Una oportunidad para recuperar fuerzas, confianza, fe y lo que haga falta para seguir soñando y permitir que la afición siga soñando.
Porque la realidad, la cruda realidad visto lo visto, lleva a pensar que los de Cervera, en estos momentos incapaces de imponerse al colista, igual no habrían dado la talla para sacar adelante un encuentro en Reus por muy descompuesto que estuviera el rival. Egoístamente hablando, mejor tener ya la victoria atada y bien atada, en el bolsillo, y también algo de tiempo para tratar los males de un bloque lejos de su mejor versión.
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