El dilema de Paco López en su peor momento en el Cádiz CF

El entrenador debe tomar decisiones de cara a los dos partidos que el equipo afronta esta semana

La visita al Eibar y el duelo en casa ante el Oviedo son dos citas importantes

Brian Ocampo, el único que da un paso al frente el Cádiz CF

Paco López en la sesión del lunes.
Paco López en la sesión del lunes. / Cádiz CF
J.J.N.

22 de octubre 2024 - 09:29

El Cádiz CF afronta una semana importante con dos compromisos sin apenas respiro que le pueden ayudar a salir a flote o le pueden hundir aún más en la clasificación. El conjunto amarillo se enfrenta al Eibar en Ipurua el miércoles 23 de octubre (desde la siete de la tarde) y el sábado 26 se mide al Real Oviedo en el estadio Nuevo Mirandilla (a partir de las cuatro y cuarto).

No son dos partidos más en el apretado calendario debido a la delicada situación de un equipo que cayó a la zona de decenso después de perder el pasado domingo en su feudo (0-1) frente al Racing de Santander. Las alarmas se han encendido por la falta de resultados positivos y el bajo rendimiento. La reacción es necesaria para cortar de raíz una pésima dinámica que supone una seria amenaza para la trayectoria de un recién descendido que, ahora en una categoría inferior, vuelve a ocupar los últimos puestos de la clasificación. Ha sumado un solo punto de 12 en los últimos cuatro capítulos.

La secuencia de encuentros sin descanso pilla al Cádiz CF en su peor momento. Se amontonan las citas y el entrenador, Paco López, se juega su continuidad en el banquillo en una semana de vértigo. Ganar es la única solución para tranquilidad general. Justo cuando la cosa más se complica, tiene que resolver un dilema. La cuestión es si el técnico recurre a los futbolistas en los que más confía o decide hacer rotaciones para minimizar el desgaste que conlleva las apreturas del almanaque. En situaciones como la de esta semana es cuando se suele tirar de fondo de armario.

Tres partidos en una semana (entre el domingo 20 y el sábado 26) añaden más presión a un equipo con escaso margen de error en este tramo de la temporada. Parece difícil aguantar el ritmo de la competición sin movimientos en el once que alivien el esfuerzo que los fubolistas deben realizar con poco tiempo de recuperación entre un envite y el siguiente. Forzar más de la cuenta puede suponer riesgo de lesión. Una cosa es hacer un giro para cuidar el físico de los protagonistas y otra buscar un giro en busca de la reacción de un equipo que no tiene otra salida que la victoria.

El preparador cadista tiene que decidir si hace rotaciones y en ese caso el alcance de las mismas, es decir, cuándo y cómo las hace y cómo afecta a los jugadores. La inminente visita al Eibar aboca al míster a resolver el dilema. ¿Apuesta por los habituales o hace cambios? Es posible que divida las rotaciones entre el miércoles y el sábado.

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