El duro camino de David Gil hacia la gloria
El portero, feliz por el debut en Primera tras un verano en el que pasó por el quirófano
Cádiz/David Gil, que arrebató la titularidad en el estreno liguero a Alberto Cifuentes -fijo entre palos en las últimas temporadas- ha sido el encargado de exponer este miércoles sus impresiones una vez concluida la sesión preparatoria en las instalaciones de El Rosal.
El portero se detiene en la satisfacción de que fuera elegido en el estreno liguero a pesar de la derrota. "Al final debutar en LaLiga Santander es una gran alegría para todos los futbolistas. Muy contento por haber debutado, un poco triste por el resultado que se dio. Creo que después de unos cuantos meses de sufrimiento que he pasado personalmente es una gran alegría ver que el esfuerzo y el sacrificio me ha llevado a debutar en Primera", ha explicado en primer lugar.
El camino hasta la titularidad en la Liga de las Estrellas no ha sido fácil después de unos meses con problemas físicos e incluso una intervención quirúrgica. "El final de temporada y el verano han sido difíciles. Varias lesiones tras el confinamiento me perjudicaron el final del tramo liguero. Tuve que pasar por quirófano una semana antes de jugar ante el Rayo, me lastró la pierna porque nos centramos en recuperar el dedo y nos olvidamos de otras molestias".
Esa operación de la que nada se supo por el silencio del club. "Se mantuvo en secreto, se pensó que lo mejor era mantenerlo en secreto para no dar pistas al rival. Me operé siete días antes del partido ante el Rayo. Alberto (Cifuentes) estaba sancionado, tenía que jugar yo y no quise perder la oportunidad. El día que me operé no sabía si íbamos a poder, pero con el trabajo de los fisios y con la intención de todos se consiguió que jugara. La superación queda ahí. Yo intenté dar todo por intentar jugar. La operación salió bien, me metieron tres tornillos en el dedo y para el resultado que conseguimos al final creo que fue bastante positivo".
Bajo ese escenario, David Gil valora la confianza de Cervera. "Siempre he sentido la confianza del míster, al que tengo que agradecerle todo. Es una responsabilidad que todo jugador quiere tener. Vine para triunfar, para hacerlo lo mejor posible y que se me dé esa responsabilidad, y jugar tanto en Segunda como en Primera, para mí es una satisfacción muy bonita".
Al guardameta le pasaron muchos recuerdos por la cabeza antes de empezar el encuentro contra el Osasuna. "Cuando saltas al terreno de juego y calientas antes de un partido de Primera, piensas en todos los años de trabajo. Todos los años de sacrificio, incluyendo lo último. Desde la infancia, en el que te imaginas jugando en Primera, el esfuerzo de mi familia para llevarme a los entrenamientos. Uno se acuerda de todo eso", ha destacado.
Sin embargo, la alegría del estreno dejó la decepción en forma de derrota. "La Primera División española es la mejor del mundo. Dos fallos son dos goles. Vimos la pura realidad de esta categoría. Hicimos cosas bien, pero no puedes fallar porque los fallos marcan mucho en este deporte y nos marcó en contra este sábado. Estamos intentando corregir y sacar resultados positivos!".
Con la mirada puesta ya en el rival del domingo, ha indicado que "estamos en una liga superior, el Huesca se ha reforzado, la mentalidad es diferente". "Es muy bonito luchar por un ascenso, que estábamos luchando los dos, pero ahora estamos peleando por una permanencia. En esta situación, los equipos tienen más miedo a fallar y perder puntos. Jugaremos ante un rival que se ha reforzado y que es mejor equipo que el del año pasado".
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