Los efectos de un posible ascenso histórico
Cádiz CF
El Cádiz podría tener una plantilla algo más corta y nutrirse de jugadores del filial si el segundo equipo sube a la división de bronce
Cádiz/La confección de la plantilla Cádiz CF puede estar condicionada por el desenlace de la temporada del Cádiz B. No en nombres, sí en número. En el club barajan la posibilidad de que el filial se convierta en un soporte muy importante del primer equipo en el caso de que consiga el ascenso a Segunda División B. El conjunto entrenado por Juanma Pavón se enfrenta en la eliminatoria definitiva al Unión Viera (de Las Palmas de Gran Canaria). La ida como visitante el próximo domingo y la vuelta en casa.
Si el Cádiz B consigue acceder por primera vez a la categoría de bronce, el club se encontraría con una situación inédita. Sería un hito histórico que el segundo equipo militase en la división de la que no hace mucho tiempo formaba parte la primera plantilla.
Tener una escuadra en Segunda B supondría más gasto para el club. ero a la vez serviría para potenciar más la cantera. Nada mejor que curtirse en el tercer escalón del fútbol español como paso previo a dar el salto al primer equipo. Los jugadores podrían revalorizarse y por tanto la inversión podría reportar beneficios al club.
Al haber tan sólo una categoría de diferencia entre el primer y el segundo equipo, sería menos complicado dar el salto para jugar con los mayores. En esa idea se mueve el club a la espera de la disputa del último cruce del play-off en el que está el filial.
La presidencia y la dirección deportiva estudian la opción de que la plantilla del primer equipo sea más corta que la de la pasada temporada si se produce el ascenso del B. Podría quedarse en un número que oscilaría entre los 20 y los 22 efectivos. En el curso recién finalizado el plantel estaba formado por 25 futbolistas (sin contar los lesionados) y cada fin de semana había siete descartes porque en el acta sólo podían ser inscritos 18.
Con una nómina de futbolistas más reducida, no serían tantos los que se quedasen sin ser citados en cada jornada. Sería un plantel potente pero al disponer de menos hombres sería más económico y el ahorro permitía a la entidad cadista invertir en el segundo equipo.
Si se diese el caso de un Cádiz B en el grupo IV de Segunda B, el cuidado del filial sería máximo. Seguirían la mayoría de los jugadores del ascenso con un plantel reforzado. Y la puerta del primer equipo estaría más abierta que nunca. No sólo se trataría de buscar la permanencia en la división de bronce, sino de nutrir al primer equipo en el momento que fuese necesario o en el caso de hubiese algún jugador que ofreciese un excelente rendimiento y derribase la puerta.
Y sería segura la presencia diaria de jugadores del B en los entrenamientos del primer equipo. En la temporada que ahora acaba Sergio González llegó a ser uno más (titular en la visita a Las Palmas) y también era frecuente la presencia del portero Cristian Arco en las sesiones.
Si el filial logra el primer ascenso de lsu historia al peldaño de bronce y el club decidiese tener una plantilla más corta en el primer equipo, se vería obligado a dar a salida a numerosos jugadores porque ahora hay 22 con contrato en vigor.
Se espera un verano movido en las oficinas del Cádiz. Además de salidas llegarán jugadores nuevos para reforzar distintas posiciones.
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