Este equipo es una ruina (1-0)
Algeciras-cádiz
La escuadra de Claudio, sin pegada, ofrece una imagen penosa, es devorada por un combativo rival y, al igual que hace dos años, sale trasquilada del Nuevo Mirador con un gol en el alargue
El Cádiz no está nada fino. Está peor que mal. Para qué andarse con rodeos. Es más fácil que se forme un Gobierno en España que este equipo ascienda. Con la imagen tan lamentable ofrecida en el Nuevo Mirador si entra en el play-off es de milagro. Tenía la oportunidad de restarle dos puntos al líder y al final perdió uno más. El Murcia sumó uno, el UCAM Murcia otro, el Sevilla Atlético tres y el Cádiz, cero. A nueve del cuadro pimentonero y cuarto clasificado con una sensaciones que no invitan al optimismo. En el club ya no pueden engañar a nadie. La crisis es un hecho. Este equipo no da para luchar por el liderato, ni siquiera con los mal llamados refuerzos, que de momento no lo son porque poco aportan, por no decir nada. El Cádiz fue devorado por un equipo humilde, el Algeciras, enfrascado en múltiples problemas económicos pero con una implicación y unas ganas que para sí quisieran los amarillos. El conjunto campogibraltareño ganó con merecimiento porque, aunque se conformaba con el empate, nunca bajó los brazos y extrajo el máximo rédito a la pájara del equipo grande, que se fue empequeñeciendo hasta desaparecer. El Cádiz no acertó en la definición, falló una ocasión clarísima y el rival asestó un golpe mortal en la última jugada del partido, como hace dos años. La historia se repite con un final trágico que deja muy, pero que muy herido a un equipo que se viene abajo como por arte de magia.
La diferencia estuvo en que el Algeciras dio la cara y el Cádiz pareció no haberse presentado al partido, sobre todo en una segunda parte que sirve de algo es para que se vuelve a repetir. Claudio Barragán apostó por Fran Machado como hombre más adelantado para paliar la ausencia de delanteros, escoltado en la mediapunta por Jandro, que intercambió posiciones con Álvaro García. El míster buscó como solución la ubicación del granadino atacante como falso nueve.
El inicio de partido fue trepidante. Los locales sólo tardaron dos minutos en generar su primera ocasión. Melchor centró y el remate de Migue Montes se marchó alto. Pero el que de verdad pudo marcar fue el Cádiz, que empezó a meter miedo a balón parado pero se topó con un inspirado Josemi. En el minuto 3, el portero evitó el 0-1 con un paradón tras una volea de Migue a saque de esquina de David Sánchez. Casi sin respiro, en el 5, dos córners consecutivos favorable a a los amarillos no acabaron en gol gracias a Josemi, que primero sacó un remate de Fran Machado y después repelió un cabezazo de Migue. La pelota no tenía dueño claro aunque eran los visitantes los que trataban de tocarla más. Fran Machado, acompañados en la banda Álvaro García y Salvi, muy enchufados. Una internada del sanluqueño en el minuto 19 lo cabeceó Máiquez con tanta puntería hacia su propia portería que obligó a Josemi a salvar otra vez a su equipo con una gran parada.
Los hombres de Claudio, ayer con la segunda equipación, habían perdonado a un rival limitado pero aguerrido, con puñales en las bandas. El duelo se equilibraba a medida que avanzaba el primer tiempo y los gaditanos empezaban a mostrar malas sensaciones. Ninguno de los dos conseguía superar a la defensa contraria y al Cádiz se le nublaban las ideas, dejaba de aproximarse con peligro al área y permitía que el rival se creciera aunque no hiciera nada del otro mundo. Santi Luque inquietó en el 35 con un tiro colocado desde la frontal que se marcó a córner tras rebotar en un defensa.
Poco más dio de sí una primera parte que empezó entretenida y terminó aburrida, en la que los visitantes no aprovecharon sus oportunidades, ni siquiera la última antes del descanso, en el 44, cuando Josemi, sobresaliente, blocó un taconazo a bocajarro de Fran Machado a centro de Salvi. El Cádiz fue de más a menos frente a un adversario aguerrido, mucho más intenso, que no llegó a colocar el esférico entre los palos.
El Cádiz, que había menguado en sus prestaciones, estaba obligado a dar un paso a frente en la reanudación. El empate no servía tal y como anda en la Liga. El segundo acto arrancó con testarazo de Salvi a las manos del portero y un flojo intento de Jandro atrapado por el cancerbero que parecían buenos augurios. Puro espejismo. El equipo se fue rompiendo y dio alas a un Algeciras que empezó a aparecer con más intención en ataque. De hecho, disparó por fin a puerta en el minuto 51 y esta vez le tocó a Alberto Cifuentes evitar el gol a lanzamiento de Santi Luque, el más incisivo de los locales.
No conseguían los amarillos (azulones ayer) elaborar el mínimo juego para poder hacer daño. El equipo necesitaba algo más en ataque y Claudio dio entrada a Despotovic en lugar de Abel Gómez con media hora por delante. El serbio tocó un balón y de rebote Los visitantes, con un 4-1-4-1, fueron incapaces de tener constancia salvo en alguna acción puntual. El centro del campo algecirista agigantaba su presencia mientras desaparecía la centralita de un Cádiz a la deriva. El equipo de Claudio no sabía a qué jugaba mal y aun así tuvo en su mano la victoria, pero desperdiciaba la ocasión más clara no del partido, sino de toda la temporada. En el minuto 63, Álvaro García se plantaba solo con el cuero delante de Josemi, tenía un pase facilísimo para que Despotovic empujara a placer sin ninguna oposición, pero el sevillano tocó el balón de forma tan defectuosa que se marchó fuera de manera inexplicable. Ahí tuvo el gol que no supo marcar un equipo que careció de pegada cuando más falta hacía.
Una semana más, el Cádiz se había enredado en un quiero y no puedo y, como ante el Granada B, el encuentro se encaminaba al empate sin goles que sólo podía resolverse con un chispazo aislado, como el del filial nazarí. Melchor mandó un derechazo cerca del larguero para avisar de que el Algeciras estaba muy vivo. Y tanto. En el 81, Javi Medina tuvo en sus botas el tanto de la victoria para los locales, pero solo ante Albertto Cifuentes mandó la pelota arriba. Con el Cádiz absolutamente rendido sobre el césped, roto en mil pedazos, el Algeciras, aunque se conformaba con el empate, detectó el hundimiento del rival y apretó de lo lindo. Alberto Cifuentes se empleó a fondo para repeler el derechazo de Melchor pero nada pudo hacer en el minuto 93 cuando Javi Medina controló la pelota en el interior del área, ningún defensa opuso resistencia y el medio marcó con un golazo por la escuadra.
ÁRBITRO: Villoria Linacero (madrileño).
TARJETAS: Amarillas Amonestó a los locales Benítez (4'), Iván (60'), Marrufo (69') y Javi Medina (93'), y a los visitantes Juanjo (20'), Aridane (52') y Jandro (76').
GOL: 1-0 (93') Javi Medina El atacante local se revuelve dentro del área, en un lateral cerca de la portería, y sin la más mínima resistencia de la defensa coloca el balón junto a la escuadra.
INCIDENCIAS: Encuentro correspondiente a la 23ª jornada del campeonato nacional de Liga disputado en el Nuevo Mirador en presencia de unos 4.000 espectadores, entre ellos unos 300 aficionados cadistas. El club local homenajeó antes del partido a Javi Chico y Mario.
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